La Educación Pública como política de Estado
Es una disputa eterna de lo público como contraposición a lo privado, cuando en realidad si bien pueden ser políticas, y educaciones en este caso complementarias, el sistema de educación pública es necesario para garantizar como Estado el acceso a los sectores populares de la capacitación y formación del ser humano, en lo formal y como construcción de ser social fundamentalmente, entendido el mismo como parte del imaginario social de los pueblos.
A quién resaltamos como garante del derecho, es la pregunta real que se esconde por detrás de esta dicotomía y cómo se garantiza la igual de acceso al mismo, tomando por supuesto que lo privado (aunque tenga subvención del Estado), implica una erogación de dinero por parte de quien hace uso del derecho, por lo que se entiende que quien no cuenta con ese dinero, no puede acceder. En este sentido, es el Estado el que tiene que hacerse cargo de garantizar derechos tan básicos como los que están reconocidos en varios artículos de la Constitución Nacional, como el 14 y 14 bis por mencionar algunos, y que detenta el poder y la responsabilidad de generar espacios tendientes a resolver esta garantía desde lo institucional y desde los concreto.
La construcción de instituciones que puedan absorber esta necesidad y dar cobijo a las familias de los distritos con una política de infraestructura tendiente a resolver las cuestiones de seguridad que se presentan en los edificios, el mantenimiento que en los últimos años decreció en Almirante Brown por falta de políticas claras y funcionarios que se pusieran al hombro estas necesidades y la situación de crecimiento en la densidad poblacional, ponen a nuestro distrito como uno de los pioneros en la gestión de las partidas presupuestarias necesarias para palear esta problemática.
La gestión apareció en Brown, para llegar a los vecinos y resolver la igualdad de derechos, tanto de los más chicos como de los adultos. Llevará un tiempo resolver todas las problemáticas que sabemos que se fueron generando y multiplicando en las calles de los barrios abandonados por la administración distrital, pero se inició un camino y esperamos desde La Urbe que ese sea el sendero que recorramos.