Un nuevo año con nuevos sueños


Mientras se multiplican los casos de COVID-19 en la provincia de Buenos Aires, las vacaciones revelan una temporada histórica para el turismo tan castigado durante los últimos años de pandemia. Sin embargo, esta situación no nos encuentra con las manos vacías. Porque la nueva ola en combinación de Omicron y Delta, nos encuentra con más del 70 por ciento de la población vacunada con el calendario completo, y gran parte accediendo ya a la tercera dosis de vacunación.

En ese contexto, el sistema de salud todavía no corre peligro de ser saturado, ese es el motivo por el cual brindar durante estas fiestas, no es en vano. Brindar porque si bien la pandemia no terminó, hoy estamos en condiciones de decir que hemos tomado buenas decisiones: la vacunación en nuestro país es un éxito.  Brindar porque celebramos nuevas normalidades, en diferentes modalidades, pero que permiten suponer una nueva fase en esa epopeya. Brindar porque finalmente la temporada dice que estamos en condiciones de reactivar la economía y de pensar para adelante.

Y con todos estos brindis, viene el futuro. Pero un futuro, que si somos consientes de nuestro pasado reciente, también nos tendría que invitar a pensar diferente. A pensar nuevamente que la concentración de las ciudades y las condiciones de hacinamiento ya no pueden ser una forma de vida válida para nuestra sociedad. Que necesitamos más presencia del Estado en todas sus formas, como garante de derechos de una sociedad donde pensemos en clave de justicia y de soberanía.

A esta altura debiéramos pensar que necesitamos de la solidaridad como naturaleza, pero también de esa “sororidad”, que nos invita a pensarnos como iguales sin mirar de donde viene cada quien. Una sociedad más justa es necesariamente, más igualitaria, más equitativa. Pensemos una vez más la recreación de los sueños, haciendo el ejercicio de acercarnos a los sueños del otro con la misma intensidad que reinventamos los propios. Esa es la base de una nueva sociedad. Bienvenido 2022.