Terapia con óxido nítrico en neonatos con insuficiencia respiratoria aguda

 

El Hospital Cuenca Alta Néstor Kirchner está implementando en recién nacido terapia para insuficiencia respiratoria por hipertensión pulmonar persistente, una terapéutica específica que dispone el servicio de Neonatología. (Imagen de archivo)

La historia del óxido nítrico es una gesta que ofrece matices alegóricos pues de la mala fama pasa en poco tiempo a la notoriedad merecida. En efecto, inicialmente conocido como un contaminante ambiental, el óxido nítrico goza hoy de gran protagonismo y sus beneficios en el cuerpo humano han superado largamente los temores que hubiera despertado en un principio.  En nuestro organismo el óxido nítrico se produce por varias células a partir del precursor L-arginina y es asombroso pensar que una molécula otrora con mala fama pueda tener una extensa gama de funciones beneficiosas en nuestro organismo que la hacen hoy gozar de una merecida notoriedad, especialmente por sus efectos vasodilatadores.

En el campo de la pediatría, en especial de la neonatología (la especialidad médica que trata a los bebés de hasta un mes de vida), la insuficiencia respiratoria por hipertensión pulmonar persistente es una patología no muy frecuente pero si muy grave, que requiere de ventilación mecánica y otros métodos de tratamiento, entre ellos el de óxido nítrico, gas vasodilatador de alto costo y excelente resultado. Esta es una terapéutica específica que dispone el servicio de Neonatología del Hospital de Cuenca Alta “Néstor Kirchner” (HCANK).

Esta respuesta eficiente y oportuna que produce el óxido nítrico, permitió la recuperación de seis de los siete casos más graves atendidos en el HCANK, pacientes neonatos con hipertensión pulmonar en su primera semana de vida, (con una gestación de 34 semanas o más), pues tuvieron una recuperación favorable.

Patologías como hipertensión pulmonar primaria o secundaria, hipoxias severas, cardiopatías congénitas, que generan alteraciones a nivel pulmonar que conllevan a un déficit del intercambio gaseoso perjudicando la oxigenación sistémica, son pasibles de tratarse con óxido nítrico.

Se trata de un gas con efecto vasodilatador selectivo pulmonar, un recurso muy eficaz con pocos efectos adversos y escasa repercusión en el resto del organismo, permitiendo la adaptación al respirador mecánico sea más sencilla.

Los beneficios que caracterizan su utilización son no presentar efectos sistémicos, por ser un tratamiento local (pulmón); acortar el tiempo de internación y reducir la posibilidad de derivación y riesgos de traslado a otra institución para un tratamiento de mayor complejidad.

Por su alto costo, se puede encontrar esta terapéutica en hospitales de alta complejidad donde se reciben estos pacientes por selección de criterio. Si bien es un recurso altamente costoso en el HCANK varios pacientes se vieron beneficiados con su utilización, por lo que es considerado una terapéutica que ofrece la posibilidad de sobrevivir y de extrema necesidad a pesar de requerirse con poca frecuencia.

Esta noticia sobre el óxido nítrico no debe pasar desapercibida. En 1992 fue reconocida la enorme importancia del óxido nítrico cuando fue nominada como la «molécula del año» por la revista de literatura científica Science. Las investigaciones sobre el óxido nítrico en fisiología humana se iniciaron con el papel de la regulación de la presión sanguínea; los descubridores de este mecanismo los doctores Ignarro, Furchgott y Murad obtuvieron el premio Nobel de Medicina en 1998, aunque fue injusta la exclusión del Dr. Salvador Moncada a quien más de 90 universidades lo reconocen como el verdadero descubridor de su poder vasodilatador. En definitiva fue, es y será una molécula con una celebridad indiscutible, que hoy está disponible en el Hospital de Cuenca Alta “Néstor Kirchner”.