El ACV afecta a uno de cada cuatro argentinos

En Argentina, se estima que cada 4 minutos una persona padece un accidente cerebrovascular (ACV), que a su vez ocasiona 18.000 muertes anuales.

Pero dentro de este panorama, cada 30 minutos un paciente muere o queda con una discapacidad permanente por haber recibido tratamiento en un hospital equivocado, por lo que especialistas en neurología califican como “fundamental” el rol de la ambulancia y la derivación a un centro adecuado.

En este marco, se explicó la implementación de la iniciativa de atención médica “Angels”, promovida por la European Stroke Organisation (ESO), que ya funciona en la Argentina.

“Se necesita un sistema que funcione para salvar vidas, y acceder a una buena atención prehospitalaria es clave para poner a funcionar ese sistema”, destacó el especialista argentino en Medicina de Emergencias Adolfo Savia, quien explicó que la ambulancia es la que hace las primeras atenciones y elige el hospital donde derivará al paciente, que no siempre es el más cercano.

LA CLAVE, EL TIEMPO

“Es muy importante entrar al sistema a través de la ambulancia, que tiene que elegir el centro de salud y avisar en cuánto tiempo llegará con el paciente para que puedan prepararse y esperarlo”, detalló Savia, quien precisó que luego de un ACV “mueren 1,9 millones de neuronas por minuto, por lo que es fundamental no perder tiempo esperando el ascensor o llenando formularios”.

La iniciativa Angels, que fue presentada en el país en octubre de 2018, ofrece capacitaciones, simulaciones virtuales y protocolos estandarizados para tratar el ACV. Comenzó a implementarse en Europa, y en Latinoamérica ya funciona en Argentina, donde hay 79 centros públicos y privados enrolados, 39 en condiciones de tratar correctamente el ACV, y también en Colombia, Chile, Ecuador y Perú.

“Existen dos tipos de ACV -explicó el neurólogo Leonardo González- isquémicos y hemorrágicos. El 80% de los ACV son isquémicos, es decir que ocurren cuando un coágulo sanguíneo bloquea una arteria e impide el paso de la sangre, y el 20% restante son hemorrágicos, que se producen cuando una arteria del cerebro se rompe”.

Cabe destacar que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 15 millones de personas sufren un ACV por año, de las que 5 millones mueren y otras 5 millones quedan con una discapacidad permanente, mientras que más de dos tercios de los pacientes que sufren un ACV agudo no reciben tratamiento en un centro especializado.