Igualdad de derechos para todos

Lo primero que tenemos que saber de la inclusión social es que la clave es la igualdad de derechos para todos. En este sentido, muchas veces pensamos en la igual del que me menos tiene con el que detenta un acceso a los servicios por intermedio de la posición social, olvidándonos de aquel que independientemente de su condición social estructural, no puede acceder a los servicios y bienes por una limitación en sus capacidades.

Hablamos claro: los chicos que tienen capacidades diferentes tienen los mismos derechos que quienes no tienen capacidades diferentes. Por eso, es que su integración en la sociedad es una deuda fundamental y necesaria de saldar en todos los distritos, sin contar que las ciudades deben estar preparadas para todos los habitantes.

El respeto, el ejemplo de solidaridad y de inclusión parte de quienes tienen la responsabilidad de conducir y administrar el municipio; pero sigue en cada uno de los ciudadanos que lo componen. Basta con sólo citar un ejemplo para entender que si el municipio construye rampas en las esquinas, pero el vecino estaciona su vehículo tapándolas, la rampa quedará obsoleta. Y así podríamos citar miles de situaciones que abalan la teoría y que en la práctica nos llaman a la reflexión.

Sin embargo, el primer paso está dado, la política de inclusión en Almirante Brown está avanzando y queda en la sociedad la contra respuesta, para resaltar que ninguna sociedad justa y equitativa se construye sola. Esa es la apuesta de la Urbe, comenzar con un camino solidario que nos lleve a un proyecto de país donde todos podamos contar con un Estado que se base en las garantías.

El Estado garante de derechos, social y solidario tiene que ser un objetivo compartido, en el cual los gobernantes sean votados por lo que hacen y la sociedad sostenga sus acciones articulando y cuidando de sus derechos. Siempre hablamos de construcciones solidarias y sustentables en el tiempo. Incluir a todos los ciudadanos es parte de una construcción no solamente solidaria, sino que también aporta libertad a cada uno de los miembros de la comunidad. Ese es el camino que soñamos.