Lo que queda después 

Finalmente en pocos días más y luego de una serie de idas y vueltas estarían multiplicándose los puntos de vacunación en el Conurbano Bonaerense. Durante toda esta semana se instalarán gazebos  en varios distritos y se abordará  la vacunación para el inicio de las clases en la Provincia de Buenos Aires, que se prevé para los primeros días de marzo.

Así se aborda una segunda etapa de vacunación, que sumada a la ya casi terminada para el personal de salud de instituciones públicas y privadas conforman los primeros grupos inmunizados para frenar los contagios y a pesar de que la decisión es personal y optativa, existe ya en estos grupos una gran predisposición a hacer efectiva la inmunización contra el virus. 

A partir de marzo, arrancarían las clases también en forma presencial, en un marco de estrictos protocolos que ya se vienen trabajando desde los sindicatos, los partidos políticos y las organizaciones de la comunidad. La idea es comenzar con una vinculación que ponga en contacto nuevamente a los docentes con los alumnos y que permita sanear las distancias entre quienes mediante la virtualidad pudieron seguir en contacto con la escuela y quienes por sus propias condiciones de vida no han podido hacerlo. 

El enorme esfuerzo una vez más, es compartido: una sociedad que lucha por intentar volver a la normalidad, pero a una normalidad donde las condiciones de igualdad de oportunidades puedan ser las mismas entre los unos y los otros. No es una tarea para nada fácil, pero esta pandemia desnudo enormes desigualdades, además de las más oscuras miserias. 

Aprender a tender puentes, encontrar en esta nueva normalidad situaciones donde podamos ser solidarios con el otro, avanzar hacia una sociedad donde las oportunidades se multipliquen hacia logros concretos, donde estudiar no sea el privilegio de unos pocos, donde la salud y la educación de calidad sea un hecho concreto, es la senda que nos queda caminar para ser una sociedad exitosa, donde los vínculos humanos, pueda más que la acumulación permanente. Una sociedad donde la economía y la política cobren un sentido más humanitario.