La crisis láctea en Argentina: producción en picada y consumo a la baja

La industria láctea argentina enfrenta una profunda crisis con una caída del 18,7% en la producción de leche en el primer trimestre del año y un descenso del 20% en el consumo de lácteos por parte de los argentinos en comparación con el año anterior.

El panorama lácteo en Argentina se oscurece con cifras preocupantes que reflejan una tendencia a la baja tanto en la producción como en el consumo de lácteos. Según el Observatorio de la Cadena Láctea, la producción de leche ha descendido drásticamente en el primer trimestre del año, marcando un retroceso del 18,7% en comparación con el mismo período del año anterior. Este declive se suma a una serie de años consecutivos de caída en la producción de lácteos, lo que evidencia una crisis prolongada en la industria. Paralelamente, los argentinos consumen un 20% menos de leche que en el año 2023, según datos recientes.

La situación se agrava al observar el desempeño de diferentes productos lácteos. La producción de leche en polvo ha experimentado dos años consecutivos de descenso desde 2022, con una disminución acumulada del 28,4% en toneladas anuales producidas. Asimismo, la producción de leche refrigerada ha mostrado una tendencia a la baja durante los últimos tres años, con reducciones del 9,8% en 2021, del 4,4% en 2022 y del 3,4% en 2023 en miles de litros producidos. Estos datos, provenientes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), pintan un panorama desafiante para el sector lácteo argentino, que ha enfrentado dificultades persistentes en los últimos años.

El informe del Observatorio de la Cadena Láctea revela que la caída en la producción se extiende a diferentes productos derivados de la leche. Se destaca un retroceso del 37,8% en la producción de leche en polvo y semidescremada, una disminución del 49,8% en la producción de postres y flanes derivados de la leche, y una caída del 45,4% en la producción de leche chocolatada o saborizadas. Estos números reflejan una contracción significativa en la oferta de productos lácteos en el mercado argentino, lo que impacta directamente en el consumo interno.

A pesar de los esfuerzos del gobierno nacional por impulsar la producción láctea mediante la suspensión de retenciones a los productos lácteos, la industria enfrenta desafíos significativos. El informe de la Ocla correspondiente al mes de abril señala que existe «tensión en el mercado», con precios de la leche por debajo del costo de producción. Esta situación, junto con la pérdida de atractivo del negocio externo y la disminución del consumo interno, genera un escenario preocupante para los productores lácteos argentinos.

El desafío principal para los tamberos y las industrias lácteas radica en encontrar soluciones para reactivar el sector y evitar una profundización de la crisis. Se hace hincapié en la necesidad de mejorar las condiciones del negocio y garantizar precios justos para los productores, así como en promover estrategias para estimular el consumo interno de lácteos.

La crisis en la industria láctea argentina evidencia la urgente necesidad de acciones concretas para revertir la tendencia a la baja en la producción y el consumo de lácteos. Con la esperanza puesta en una mejora en las condiciones climáticas y la situación financiera, así como en políticas gubernamentales efectivas, el sector lácteo busca recuperar su vitalidad y asegurar un futuro sostenible para los productores y consumidores argentinos.