Los mosquitos no dan tregua en el AMBA: la diferencia entre la especie más abundante y la del dengue

Por las intensas lluvias y humedad, hay una invasión de Aedes Albifasciatus. Enterate cuál es la diferencia con el Aedes Aegypti y cómo protegerte de ellos.

En medio de la epidemia de dengue que ha dejado un saldo doloroso de más de 31 muertos, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se enfrenta a una superpoblación de mosquitos. Las persistentes lluvias y la humedad incansable han creado un ambiente propicio para la proliferación de estos insectos molestos. Sin embargo, para tranquilidad de todos, la especie que está azotando la región no es la responsable de transmitir el dengue, sino una variante conocida como Aedes Albifasciatus.

El Aedes Albifasciatus, también llamado “mosquito charquero”, “zancudo callado” o “mosquito de la inundación”, es una especie neotropical que, a diferencia del Aedes Aegypti, suele ser más grande y de color negro. Sus picaduras son notorias, dejando ronchas significativas en la piel, y se alimentan principalmente de mamíferos silvestres o ganado. Una característica distintiva es que no suelen ser resistentes al frío, lo que sugiere que esta invasión masiva podría durar aproximadamente una semana.

Las hembras de esta especie depositan sus huevos en suelos húmedos y zonas propensas a inundaciones, a diferencia del Aedes Aegypti, que prefiere los recipientes artificiales con agua estancada. Esta diferencia en el hábitat de cría es clave para comprender la propagación y el control de ambas especies.

Para protegerse contra las picaduras de mosquitos, es fundamental utilizar repelentes autorizados por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Estos repelentes suelen estar disponibles en diferentes formatos, como sprays, lociones, cremas, geles y aerosoles, y contienen sustancias activas como el DEET, IR3535 e icaridina.

Además, en espacios interiores, se pueden utilizar espirales, tabletas o líquidos especiales anti-mosquitos para mantenerlos alejados de casa. Sin embargo, es importante destacar que no existe evidencia científica que respalde la eficacia de esencias de vainilla o maples de huevos para repeler a estos insectos, por lo que se recomienda optar por métodos probados y aprobados por las autoridades sanitarias.

En conclusión, aunque el AMBA enfrenta una invasión de mosquitos debido a las condiciones climáticas favorables, es reconfortante saber que la especie predominante no es la responsable de transmitir el dengue. Sin embargo, la prevención sigue siendo fundamental para protegerse contra las picaduras y evitar posibles molestias y riesgos para la salud. Con el uso adecuado de repelentes y otras medidas de control, podemos mitigar los efectos de esta invasión y disfrutar de un entorno más seguro y saludable.