Se siente la recesión: Industria pyme en retroceso

El sector manufacturero pyme argentino ha sufrido un fuerte retroceso, con caídas interanuales que rondan el 20% en el primer trimestre del año. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) revela números preocupantes que reflejan la gravedad de la situación.

En medio de la incertidumbre económica que atraviesa el país, la industria pyme no logra levantar cabeza. Según datos recientes de Came, el sector manufacturero ha registrado un retroceso del 11,9% interanual en el mes de marzo, sumando una baja del 19,1% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo período de 2023.

El Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) señala que las empresas relevadas operaron en marzo con apenas el 70% de su capacidad instalada, marcando un descenso de 0,8 puntos porcentuales respecto a febrero. Esta situación ha llevado a un panorama desafiante para las pymes, muchas de las cuales se debaten entre mantener la producción, agotar stocks o recurrir a despidos.

El análisis por sectores es revelador: «Papel e Impresiones» y «Químicos y plásticos» son los rubros más afectados, con caídas del 27,4% y 20,7% respectivamente en términos anuales. Por otro lado, «Textil e indumentaria» es una excepción positiva, mostrando un incremento del 10,9%.

Desde la entidad gremial-empresaria, las alarmas suenan con fuerza. «Esta coyuntura refleja la gravedad de la situación del sector y la necesidad de tomar medidas urgentes para revertir esta tendencia», expresaron. El sector manufacturero pyme lleva cuatro meses consecutivos en retroceso, y la perspectiva a corto plazo no es alentadora según los pedidos de producción.

Además, los problemas persisten en la reposición de stocks, con un 25,3% de las empresas consultadas reportando dificultades en este aspecto. «Alimentos y bebidas» ha registrado una caída del 5,6% anual en marzo, mientras que «Maderas y muebles» sufrió un retroceso del 11,9%.

En resumen, la industria pyme argentina se enfrenta a uno de sus momentos más desafiantes, con números que evidencian una profunda recesión. La capacidad de producción está por debajo de su potencial y los sectores clave como la industria química y papelera están en caída libre. Ante esta situación, las voces del sector claman por medidas urgentes para evitar un mayor deterioro en el tejido productivo nacional.