Caída del 23,9% en salarios formales en 4 meses: se acercan al mínimo histórico

Los salarios formales en Argentina sufren su cuarta caída consecutiva, acumulando una pérdida del 23,9% desde noviembre. El promedio de $619.007,05 en febrero está por debajo de la línea de pobreza.

Los trabajadores formales en Argentina enfrentan una situación preocupante con una nueva caída en sus salarios. En febrero, registraron su cuarto mes consecutivo de retroceso frente a la inflación, acumulando así una alarmante disminución del 23,9% desde noviembre pasado. Esta situación los acerca peligrosamente al mínimo histórico del final de la convertibilidad, según datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC y la Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE).

El salario promedio en febrero se situó en $619.007,05, una cifra que nuevamente quedó por debajo de la línea de pobreza. Esto se evidenció con el dato del INDEC, que reveló que un matrimonio con dos hijos menores necesitó $690.901,57 para cubrir sus necesidades básicas, excluyendo el alquiler.

El economista Salvador Vitelli destacó que los salarios tuvieron una caída del 26% interanual en febrero, marcando así la peor caída cuatrimestral en la historia del índice. Esta situación supera incluso el derrumbe registrado durante la convertibilidad en un periodo de cuatro meses. El salario promedio al cierre de 2023 fue de $484.298,40, lo que representó un aumento del 149,4% respecto al final de 2022. Sin embargo, esta suba no fue suficiente para compensar la inflación del 211,4% del último año, lo que se tradujo en una pérdida del poder adquisitivo del 20% para los 10 millones de trabajadores formales contemplados en el RIPTE.

La RIPTE, que se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), es una de las variables utilizadas para calcular la movilidad previsional. Esta toma en cuenta los salarios de los trabajadores bajo relación de dependencia declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, excluyendo remuneraciones de nuevos empleos y teniendo en cuenta únicamente los componentes remunerativos imponibles al sistema de seguridad social.

La situación de los salarios formales en Argentina es cada vez más preocupante, con una caída continua que los acerca a niveles históricos mínimos. La pérdida del poder adquisitivo para millones de trabajadores es una realidad que impacta en la calidad de vida de las familias argentinas. En este contexto, se vuelve urgente la implementación de políticas que reviertan esta tendencia y garanticen salarios dignos para todos los trabajadores del país.