Vacaciones de Invierno con el sello de la inclusión
Nuevas iniciativas aparecen para que las familias puedan disfrutar de unas vacaciones de invierno en comunidad y fundamentalmente, reforzando la idea de comunicación y esparcimiento tan necesarios en tiempos tan complejos. Ante la crisis, nada mejor que contar con opciones gratuitas y a bajo costo para que las vacaciones sean para todos y todas por igual, para el acceso a la diversión no divida a los niños de la comunidad en su conjunto.
Vacaciones compartiendo el conocimiento, como sucede con la exposición más conocida del conurbano bonaerense, como Tecnopolis, con vida saludable como los estudiantes que han recibido sus bicicletas, o con vida en comunidad como la visita en las múltiples ferias que en el distrito de Brown son parte de la habitualidad de los fines de semana, de la vida en familia.
Rescatar estas iniciativas, así como la granja municipal o los paseos que son parte de los circuitos de edificaciones protegidas como patrimonio de la comunidad y de la historia de nuestro distrito, como los cientos de fachadas que hoy nos acompañan, nos hace pensar que es posible abordar un turismo sin restricciones, una mirada de la cultura territorial que nos hermane.
En ese marco, es que pensamos las vacaciones inclusivas, que entre todos y todas, nos recuerden que el esparcimiento no tiene que ser un privilegio para pocos, y que puede significar, un espacio de encuentro, de comunidad y de reflexión colectiva.
El desafío es colectivizar y democratizar también estos espacios. Que se conviertan también en una mirada de lo que queremos para la sociedad, en una práctica consciente de que las individualidades no constituyen la generalidad de la construcción social y que es colectivizando los ámbitos, democratizando los espacios y generando abrazos entre nosotros que se cierran las grietas que pudieron alguna vez separar ese colectivo humano de voluntades compartidas.
No nos dejemos engañar, necesitamos reinventar nuestra voluntad identitaria de los cimientos, desde las venas abiertas de América Latina, pero el pensamiento colectivo es un gran paso en ese camino de reencuentro que emprendimos luego de la pandemia y que nos dejó de enseñanza tanta emoción contenida.