Seguimos creyendo en el proyecto

Aún pareciendo que la pandemia quedó atrás, no podemos confiarnos. Es por eso, que el nuevo calendario de vacunación para quienes necesitan o, mejor dicho,  advierten los expertos, que podrían necesitar una tercera dosis, está abierto y ya llegan los primeros turnos en la provincia de Buenos Aires. 

Los primeros grupos en recibir estas aplicaciones serán las personas inmunocomprometidas de todas las edades –desde los 3 años- y mayores de 50 años que hayan completado su esquema inicial con Sinopharm. Hoy sabemos que todas las vacunas funcionan. Quienes no hemos dudado nunca de ello, quizás corroboramos lo que veníamos diciendo desde hace un tiempo. Quienes incluso decían que era veneno, igualmente fueron alcanzados por el beneficio de resguardar su salud. 

Pero la vacunación fue y es, un acierto en la Argentina y en el mundo. Pero ahora también hay que empezar a nuevamente tener cuidado, porque se vuelven a abrir las fronteras, y en algunos otros países que quizás no tuvieron la misma consistencia que nosotros en las medidas tomadas circulan variantes de la enfermedad que también están haciendo estremecer al resto del mundo. 

Ante esto ¿Qué hacer?… es simple: confiar en lo que aprendimos de una situación compleja y acuciante que nos interpeló, pero que también nos dejó enseñanzas. Cuidarnos nosotros, pero también cuidar al otro. Salir a la vida nuevamente cuidándonos de volver a repetir un aumento significativo de casos que nos complique la situación sanitaria del país. Y confiar en un proyecto político que hasta ahora, viene dando muestras de poder sortear situaciones que ni los países más adelantados del mundo, ni los más económicamente sustentables supieron sortear.  Y ser consecuentes con eso

Desde la urbe, no sabemos qué hubiera pasado en el caso de que las decisiones hubieran sido otras. Tampoco creemos que es momento para hacer futurología, porque cuando las cosas salen bien, entonces es momento de – sin relajarse porque esto no ha terminado –, no desesperar, apostar a una recomposición económica, seguir creyendo en el resguardo de la vida, y apostar a que el proyecto político que supo mantenernos en pie, también sabe como sacarnos adelante.