Cómo bañar a un cachorro

 

Ante la llegada de un cachorro de perro a casa, es normal que la emoción nos embargue y con ello que no pensemos en cuidados como el baño. Puede incluso que creas que durante el primer año de vida del perro no es necesario que pase por la bañera, pero ¿qué hacer en el caso de que se ensucie? La clave es consultar al veterinario aunque también puedes guiarte con estos pasos en los que te explicamos Cómo bañar a un cachorro.

Nuestro cachorro acaba de llegar a casa, y en los primeros días estamos ocupados en mimarlo para conocerlo, pero de todos modos nos asaltan muchas dudas y una de las principales es acerca de cómo y cuándo lavar al cachorro. Lo principal, antes de ponerlo en el agua, es dejar que familiarice con el nuevo entorno, los espacios y los componentes de su nueva familia, y después hacer lo que ahora te explicamos.

Cómo bañar a un cachorro

Una de las claves a la hora de darle su primer baño a nuestro cachorro es evitar traumatizarlo de inmediato sin dejar de recordar que quizás todavíé extrañe la dulzura y el calor de su madre. Deja que el perro se acostumbre a los olores, y sobre todo, debes procurar que se sienta bienvenido y una parte integral de la familia.

Al principio también podemos usar jabones en seco, que sean delicados y adecuados para la piel de nuestro cachorro. O usar un paño suave y humedecerlo con agua tibia. Una vez hayas acabado de lavarlo, tienes que acariciar y acurrucar al perro de modo que se sienta protegido.

Cuando nos demos cuenta de que está listo (no antes de un mes después de llegar a casa y a los dos o tres meses de edad) podemos proceder con el baño tradicional en la bañera de casa, o en un recipiente fuera en el jardín.

Las primeras veces es importante que utilices muy poca agua y además no estarás de más que le distraigas con alguno de sus juguetes de modo que lo puedas bañar sin problema.

En el momento en el que tengas que bañar al cachorro, será importante que uses además una esponja suave, un jabón específico para perros, y que frotes ligeramente sobre el lomo, las patas y la barriga, teniendo mucho cuidado de evitar cabeza, ojos y oídos.

Cuando ya hayamos superado ese primer baño al cachorro, las próximas veces puedes intentar llenar la bañera o el recipiente hasta que el agua le llegue al pecho.

Después de haberlo enjabonado, simplemente enjuaga al cachorro con agua tibia, evitando la ducha de mano que puede causarle miedo. Es mejor que le tiremos el agua directamente al pelo con la ayuda de un vaso o pasarla directamente con la mano mientras masajeamos todo el cuerpo del perro.