Una bocanada de aire para América Latina

 

Esta semana se abrió un nuevo cause en la política Latinoamericana, que parece lejana, pero que está más cerca de lo que cualquiera puede imaginarse. Ya hemos escuchado muchas veces que, cuando crecen algunas economías latinoamericanas, “arrastran” a su crecimiento a la economía argentina. No solamente eso es cierto, sino que lo que pasó en Brasil, avanza a pensar una mirada Latinoamericana unificada en la región.

El triunfo de Lula en Brasil, abre un nuevo debate político dentro del arco de las economías y las políticas de integración, pero también pone freno al avance del neoliberalismo en la región que amenaza bajo la consigna de reformas laborales, de precarización de la vida, y de concentración de capitales.

La política Latinoamericana abre un cauce de esperanza, de vientos de inclusión, de sueños compartidos, como los que supo tener y que impulsaron miradas como las del Mercosur, UNASUR, etc. El debate del empoderamiento y de la identidad Regional no es un debate menor, y no está alejando de nuestra mirada inclusiva y colectiva como pueblo. 

Uno podría pensar en el pequeño mundo: Almirante Brown. Pero mirar desde el pequeño mundo, no advierte que somos parte del Conurbano Bonaerense, de una provincia y una Nación, que salió de un periodo no solamente de pandemia, sino también de destrucción del Estado de la mano de las políticas neoliberales, y de una mirada latinoamericana, hermana de inclusión y solidaridad.

Esa mirada de pueblo hermano, es la que nos hace pensar estrategias, desde los puntos comunes, desde las economías regionales, desde el empoderamiento y la reconstrucción soberana. Porque la soberanía se construye con un profundo sentido de la identidad, de lo que somos, de quienes queremos ser, en términos colectivos, y las potencialidades que tenemos. Esas manos extendidas que necesitan una reconstrucción del sentido de pertenencia para creer una vez más, que es posible.