Ir a dormir entre las 10 y las 11 de la noche reduce el riesgo cardiovascular

 

Tu cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas llamado ritmo circadiano que ayuda a regular su correcto funcionamiento. Un estudio acaba de demostrar que, según este reloj, acostarse entre las 10 y las 11 de la noche reduce el riesgo de enfermar.

Son muchos los estudios que han investigado el vínculo entre la duración del sueño y las enfermedades cardiovasculares.

Se ha demostrado, por ejemplo, que dormir 7 horas se asocia con un riesgo menor de infarto e ictus porque mejora los niveles de inflamaciónpresión arterial o colesterol.

Sin embargo, la relación entre los horarios de sueño y las enfermedades cardíacas está poco explorado. Un estudio publicado por la Sociedad Europea de Cardiología arroja luz sobre el asunto y sugiere que acostarse entre las 10 y las 11 de la noche reduce el riesgo cardiosvascular.

Ritmo circadiano y corazón

El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas llamado ritmo circadiano que ayuda a regular el correcto funcionamiento físico y mental.

Pues bien, según ese reloj interno, ir a dormir entre las 10 y las 11 de la noche es lo mejor para una óptima salud cardiovascular, mientras que hacerlo más temprano o más tarde no resulta tan beneficioso.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron datos de más de 88.000 personas del Biobank de Reino Unido. Tenían entre 43 y 79 años y el 58% eran mujeres.

  • Los datos sobre el inicio del sueño y la hora de despertarse se recopilaron durante 7 días utilizando un acelerómetro de muñeca.
  • Los participantes contestaron a cuestionarios sobre su estilo de vida y se les hizo un seguimiento de su salud cardiovascular registrándose los casos de infarto, insuficiencia cardíaca, ictus y otras patologías cardiovasculares.

Horarios cardioprotectores

Los investigadores realizaron un seguimiento de los participantes durante casi 6 años y, en ese tiempo, 3.172 desarrollaron enfermedad cardiovascular.

Curiosamente, la incidencia de esta patología fue más alta entre aquellos que se acostaban a medianoche o más tarde y más baja entre los que iban a dormir entre la 10 y las 11 de la noche.

Decidieron analizar hasta qué punto el inicio del sueño influía en esa reducción del riesgo cardiovascular.

Para ello, descartaron otros factores bien conocidos que aumentan el riesgo cardiovascular como son la edad, el sexo, el cronotipo de cada persona (madrugador o noctámbulo), el tabaquismo, el índice de masa corporal, la diabetes, la presión arterial o el colesterol.

Pues bien, descartando todos estos factores, los investigadores llegaron a las siguientes conclusiones:

  • Los participantes que iban a dormir a las 12 de las noche o más tarde tenían un 25% más de riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con los que iban entre las 10:00 y las 10:59.
  • Los que se acostaban entre las 11:00 y las 11:59 tenían un 12% más riesgo.
  • El riesgo cardiovascular de los que se quedaban dormidos antes de las 10:00 era un 24% mayor comparado con los que lo hacían entre las 10:00 y las 10:59.

También comprobaron que las personas eran las que tenían más riesgo cardiovascular si no iban a dormir en la franja idónea: entre las 10 y las 11 de la noche.