Un desahogo para encontrarnos

 

Un nuevo aniversario del día de la lealtad que se vivió como una renovación del compromiso de unidad de clase que abandone el discurso del odio para centrarse en un trabajo compartido para la salida de la crisis y en una consonancia de ideas que desde la comprensión, la inclusión y el respeto por el otro, colmó las calles de alegría, de desahogo ante la impotencia de la pandemia y de hermandad para lograr una salida a la crisis económica que azota al país, al a región y al mundo entero. 

No fueron fáciles estos meses, con cautela, sin salir a las calles, sin grandes demostraciones de conglomeración del campo popular y con cierta observación ante lo desconocido, que además agrede la salud en los sectores de la sociedad que más necesitan. Lo público tomando magnitudes importantes, lo concreto pidiendo soluciones que lejos de llegar aún siguen sin dar descanso. 

En ese marco, un grito de desahogo se vivió en las calles este último 17 de octubre, y es ese grito el que borrando las diferencias hoy convoca al trabajo conjunto que elimine las grietas y que permita forjar puentes de unidad de clase, para congregar al pueblo en un mismo sentido y con una única propuesta. La propuesta es avanzar, dejar de gestionar la pandemia y ponerse al hombro la salida concreta de la crisis. 

Para ellos varios proyectos avanzan en la dirección correcta: la descentralización de las ciudades, la desconcentración del AMBA, la marcha al campo, la necesidad de diversificar los servicios y las obras públicas en zonas despobladas, la posibilidad de avanzar en la solución de los problemas habitacionales que arrastra nuestro país desde tiempos inmemorables, entre otras cuestiones que requieren de trabajo conjunto, de apoyo social y de disposición política. Se trata de cuestiones que están en las agendas gubernamentales a nivel local, a nivel provincial y a nivel nacional y que prometen seguir con un proyecto que ya no es de un gobierno, sino de un pueblo que entendió cuál es el camino correcto. 

No hay un pueblo soberano donde exista una dominación económica y una dependencia social. La recuperación económica que se pone en marcha, pone el acento en la democratización de las producciones nacionales, y fundamentalmente en la inclusión. Empezar de abajo para arriba, para lograr una construcción más uniforme.