Autopsias realizadas en Estados Unidos en pacientes con COVID-19 revelan nuevos hallazgos

 

Los patólogos del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Louisiana (LSU Health New Orleans) realizaron la primera serie de autopsias a afroamericanos que murieron por COVID-19 en Nueva Orleans y sus hallazgos proporcionan información nueva y fundamental para guiar el manejo del paciente, según publican en la revista ‘The Lancet Respiratory Medicine’.

«Descubrimos que los pequeños vasos y capilares en los pulmones estaban obstruidos por coágulos sanguíneos y hemorragias asociadas que contribuyeron significativamente a la descompensación y la muerte en estos pacientes«, informa el autor principal Richard Vander Heide, profesor y director de Investigación de Patología de la Escuela de Medicina de la LSU Health New Orleans.

«También encontramos niveles elevados de dímeros D, fragmentos de proteínas involucradas en la descomposición de los coágulos sanguíneos –prosigue–. Lo que no vimos fue miocarditis o inflamación del músculo cardíaco, que los informes preliminares sugieren que contribuyen significativamente a la muerte por COVID-19″.

Los pacientes eran hombres y mujeres entre 40 y 70 años. Todos eran afroamericanos y muchos tenían antecedentes de hipertensión, obesidad, diabetes tipo II dependiente de insulina y enfermedad renal crónica. En todos los casos, los pacientes acudieron al hospital aproximadamente de tres días a una semana después de desarrollar tos leve y fiebre (de 38 o 39 grados), experimentando descompensación respiratoria repentina o colapso en el hogar.

Las radiografías de tórax revelaron «opacidades bilaterales de vidrio esmerilado», hallazgos consistentes con el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

Mientras que los patólogos de LSU Health New Orleans también encontraron el mismo daño generalizado en las estructuras pulmonares involucradas en el intercambio de gases visto en la primera epidemia de SARS, la coagulación de vasos pequeños es un nuevo hallazgo que parece ser específico para COVID causado por SARS-CoV-2.

«Nuestro estudio presenta una gran serie de autopsias dentro de un grupo demográfico específico que experimenta la tasa más alta de resultados adversos dentro de los Estados Unidos», señala la doctora Sharon Fox, directora asociada de Investigación y Desarrollo en el Departamento de Patología de la Escuela de Medicina de la LSU Health New Orleans.

Las autopsias se realizaron en el Centro Médico de la Universidad de Nueva Orleans, que se construyó después del huracán Katrina. Es uno de los pocos hospitales en Estados Unidos equipado con un conjunto de autopsias que cumple con los estándares de los CDC para realizar con seguridad la autopsia de pacientes con COVID-19 positivo.

«Las implicaciones clave de nuestro estudio incluyen el descubrimiento de un mecanismo para la patología severa dentro de la población afroamericana, probablemente extensible a todas las personas con enfermedad grave, y posiblemente un objetivo para el tratamiento terapéutico inmediato», concluye el doctor Vander Heide.

«Los resultados también pueden ser aplicables a un grupo demográfico más amplio que experimente la enfermedad grave por COVID-19 –asegura–. El manejo de estos pacientes debe incluir terapia para atacar estos mecanismos patológicos«.