Quién es Ricardo Cavallo, el represor al que Francia ha retirado una condecoración

 

El gobierno de Alberto Fernández gestionó el retiro del galardón que había recibido Ricardo Cavallo, un ex marino condenando por crímenes de lesa humanidad.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, retiró la Orden Nacional del Mérito que Ricardo Cavallo, un emblemático represor de la dictadura cívico-militar  que está condenado a cadena perpetua, había recibido en 1985, cuando todavía se desempeñaba como agregado naval en el país europeo.

El canciller Felipe Solá informó en un comunicado que gestionó junto a su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, la solicitud que realizó el presidente Alberto Fernández en París en febrero pasado, durante una gira oficial.

«Por pedido del gobierno argentino, la Cancillería recibió la notificación que el presidente Emmanuel Macron y el primer ministro Edouard Philippe firmaron el decreto por el cual retiran la Orden Nacional del Mérito que ese país le había otorgado el 27 de junio de 1985 al represor Ricardo Cavallo», explicó.

La anulación del reconocimiento, agregó, constituía un reclamo de los organismos de derechos humanos y en especial de los sobrevivientes de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), que fue uno de los mayores centros clandestinos de detención durante la dictadura y que tuvo en Cavallo a uno de sus principales operadores.

De acuerdo con la Cancillería argentina, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia coincidió con Solá en la necesidad de cerrar un episodio que contradecía la tradición de valores democráticos.

«Sérpico» o «Marcelo», sobrenombres que utilizó Cavallo durante la dictadura, nació el 29 de septiembre de 1951 y comenzó a escribir su historia criminal en 1970, cuando se enroló como guardamarina en el Comando de la Armada. En 1976, cuando los militares dieron el golpe de Estado contra el gobierno de María Estela Martínez de Perón, ya tenía el grado de teniente de fragata, lo que le permitió convertirse en uno de los principales represores de la ESMA.

Cavallo no solo participó en secuestros, torturas y asesinatos, ya que también se apropió de bienes de sus víctimas y amasó una fortuna que, años después, le ayudó a emprender negocios en México.

Aunque la dictadura terminó en 1983, los crímenes de los represores no fueron juzgados de inmediato, lo que permitió que Cavallo siguiera viviendo en Francia como agregado naval, pero un par de años más tarde, al volver al país, enfrentó cargos por 227 desapariciones y 110 secuestros y torturas.

El exmarino fue beneficiado por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida para dar por caducados los crímenes y establecer que los miembros de las Fuerzas Armadas con grados menores solo habían obedecido órdenes y no podían ser sometidos a procesos judiciales.

Libre de imputaciones, Cavallo se radicó en México y se convirtió en un acaudalado empresario que incluso hizo negocios con el Estado. En el año 2000, sin embargo, el diario Reforma reveló que era un represor buscado por el juez Baltazar Garzón, quien desde España lo acusaba de genocidio, terrorismo y tortura.

Después de mentir al negar su identidad y cualquier vínculo con los militares, Cavallo intentó escapar hacia la Argentina, a sabiendas de que ahí todavía regían las leyes que le permitirían quedar impune, pero Interpol lo detuvo en Cancún y luego enfrentó un proceso de ex tradición que en 2003 permitió que fuera trasladado de México a España.

Ahí permaneció preso hasta 2008, cuando fue enviado a Argentina gracias a que los juicios de lesa humanidad ya se habían reactivado.

En cada una de sus declaraciones frente a los tribunales, Cavallo negó los cargos y denunció una «venganza» de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández en contra de todos aquellos que colaboraron con la dictadura militar.

El ex marino exigió su libertad en varias ocasiones, pero los jueces lo mantuvieron preso, le decretaron embargos millonarios y lo condenaron a cadena perpetua en dos juicios en los que, gracias al testimonio de varias de sus víctimas directas y sobrevivientes de la ESMA y sus familiares, fue encontrado culpable de cientos de crímenes.