La herencia de cuatro años de cambiemos

 

Luego de un análisis exhaustivo de la situación del país, el presidente Alberto Fernández, expuso las condiciones en las cuales recibió a la Argentina ante la Asamblea Legislativa en la apertura de las sesiones del Congreso Nacional. 

“Hemos encontrado una situación extremadamente delicada. Recibimos un país dañado en su tejido social y productivo y con su alma herida por divisiones profundas”, comenzó diciendo y de plano se metió en las principales circunstancias por las cuales recordó al ex presidente Néstor Kirchner “el punto de partida de esta construcción social no puede ser otro que el reconocimiento del punto exacto donde nos encontramos”.

La enumeración no fue pequeña y así y todo quizás ha dejado algunos puntos sin recabar. Comenzó por ejemplo con “un nivel de inflación récord de 53,8% durante 2019”, y destacando “una deuda pública también récord en monto y concentración temporal de vencimientos. Sólo en 2020 los vencimientos de capital representan 48.968 millones de dólares. A ello deberíamos adicionarle 14.838 millones de dólares en concepto de intereses de esa deuda”.

La desocupación tampoco fue un dato menor ya que “trepó al 9,7 %, destruyendo más de 240.000 empleos privados entre 2015 y 2019”, aún cuando no quedó adentro en el análisis una cuantiosa cantidad de meses en los cuales el salto llegó a las dos cifras.

La caída de la actividad industrial también fue una de las temáticas. “La industria instalada registra un nivel de capacidad ociosa que roza el 40 %. Nuestro país, hace dos años que está sumido en una recesión profunda”, sentenció el presidente.

“El Estado Nacional registra una deuda en materia de Obras Públicas de más de 35.000 millones de pesos. El 60 % de las obras iniciadas se encuentran paralizadas”, apuntó Fernández a uno de los bastiones de la coalición Cambiemos que se jacta de la cantidad de obras públicas lanzadas en su gestión, y sin pensarlo siquiera reflejó la preocupación de muchos argentinos, sobre todo en el Conurbano Bonaerense de los últimos años: “Los aumentos tarifarios de los servicios públicos en los cuatro años que precedieron nuestra llegada, registraron incrementos excesivos. El servicio de gas se incrementó en ese período alrededor del 2.000 % y el de electricidad cerca del 3.000 %. El nivel de esos aumentos llevaron a situaciones críticas a miles de familias, jubilados, comercios, PyMEs e industrias”.

En tal sentido, reconoció que “más de cinco millones de argentinos y argentinas que son parte de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, se endeudaron con la ANSES a altas tasas de interés solo para cubrir otras deudas que los apremiaban”.

Ese reflejo de un país en difíciles de condiciones y en una apremiante situación financiera, así y todo no habló del precio del dólar, de las escaladas de la moneda en la cual se miden algunos de los servicios y productores que consumen todos los argentinos, y de por ejemplo, el riesgo país, que la coalición Cambiemos dejó por las nubes, de la mano del endeudamiento. 

Así como lo sostuvo el presidente desde su discurso “sólo un esfuerzo mancomunado que conjugue honestidad intelectual, ejemplaridad dirigencial y fraternidad comunitaria, será capaz de encaminar nuevamente a nuestra Patria en la senda de un desarrollo inclusivo y sostenible”.