Una apuesta a la sociedad

Frente a una expectante sociedad el 10 de diciembre se abre una nueva etapa social en la argentina. Un tiempo de esperanza dicen algunos, un cambio en la vida social, económica y política de nuestra Nación y en ese marco, algunas cosas cambian a nivel Nacional y provincial y otras, continuarán a nivel distrital, en el camino de un proyecto sólido que marque un claro rumbo.

Para el gobierno nacional la palabra “Soberanía” adquiere un especial significado. Luego de una gran crisis económica, de la mano de la puesta en duda del “ser nacional”, vuelve a ganar terreno la discusión sobre el rol de Estado en una sociedad de derecho, y el Estado como garante de los mismos y del bienestar social. 

Es por ello, que las sensaciones han cambiado: hoy se respira un contexto de inclusión y de esperanza, donde el diálogo recupere las instituciones sociales y apueste a la unidad de clase. En ese marco, el distrito apuesta a la continuidad y la consolidación de un modelo que gana fuerza con la posibilidad de nacionalizar su impronta de la mano de un proyecto político integral que hermane al país y a la provincia en una misma idea. 

Saldar los puentes de la tan renombrada “grieta”, es quizás una de las tareas más importantes y a la vez, una de las más difíciles que tiene por delante el nuevo gobierno. Por supuesto, que la tarea no es menor, y mucho menos puede ser fácil. La deuda nacional y, particularmente la deuda de la provincia de Buenos Aires, ponen en jaque la administración de las instituciones y generan inestabilidad. Frente un Estado devastado, política y socialmente, ese gran acuerdo nacional entre los actores del campo popular es posible y a la vez imprescindible para la gobernabilidad y la estabilidad del proyecto. 

Frente a una responsabilidad compartida, el desafío es la unidad en torno a la recuperación de las instituciones públicas, de la economía y del entramado social. La reactivación del consumo interno y la protección de la industria cobrarán un papel fundamental también en este nuevo tiempo, para una vez más, volver a empezar.