Llega el día: una compulsa, dos modelos

Llega el momento más importante de todo ciudadano, el instante en el que de forma directa cada persona ejerce su legítimo derecho de uso de la democracia y es allí donde aparecen a veces, algunas respuestas. Si todo sigue como hasta ahora, y  si todos los pronósticos se cumplen, quizás estas elecciones no haya grandes sorpresas, pero sí grandes posibilidades, en las cuales se terminará un ciclo y se abrirá una nueva etapa de propuestas. 

Pero qué significa este cambio de rumbo. Lo cierto es que el cambio de rumbo y el viraje de timón responden a necesidades concretas que fueron puestas de manifiesto a medida que la crisis avanzó: el hambre, la falta de trabajo, el endeudamiento y la consiguiente pérdida de soberanía política, el desplome de la economía y la caída del consumo, entre otras; son consecuencias de una política de visible exclusión de las mayorías y de una gran concentración económica;  pero que además responden a la visibilización e incremento de una brecha en la sociedad entre los que pugnan por un modelo de inclusión y aquellos que todavía creen en las fórmulas de acumulación que no han funcionado siquiera en los países más desarrollados del mundo. 

Sin embargo la tarea de reconstrucción no es fácil, aun cuando en algunos distritos como en Almirante Brown, se sigan implementando políticas tendientes a palear la situación económica y llevarle algún alivio a los vecinos, el contexto general llevará algunos años en recuperarse.

Ese giro en las políticas desde una perspectiva de inclusión acompañaría también el reclamo de los vecinos. Se abren vientos de cambios, el túnel se termina y comienza la luz.