Rafael Calzada nació como una región agrícola – ganadera

Conocer la historia de los pueblos permite arraigar esa historia a la identidad de cada uno de sus habitantes.

Desde la década del 20 la explotación de la localidad  de Rafael Calzada, fue eminentemente agrícola-ganadera, ya que la mayor riqueza de la región provenía de los productos obtenidos en las quintas, chacras, montes frutales, granjas y tambos. Por aquel entonces las actividades se dividían también entre la ganadería y la agricultura y la fabricación de ladrillos que provenían de varios hornos ubicados en varios lugares.

Las dificultades de transitar los días de lluvia no ayudaban para nada por aquellas épocas: los caminos de tierra, y con extensos pantanos que se formaban, ocupando lugares bajos, sin desagües, etc., no permitían la fácil circulación, que quedaba prácticamente reservada para los días más secos del año.

Unos 20 años después llegarían los primeros tramos pavimentados, de solo tres metros de ancho, sobre la avenida San Martín, que conectaba a las vecinas localidades de Adrogué y a José Mármol.

La progresiva parcelación y venta de los predios más importantes fue determinando una nueva fisonomía del primitivo núcleo poblado y agrupado sobre uno de los costados de la vía férrea, para ir extendiéndose paulatinamente y provocando, al mismo tiempo, una lenta desaparición de las explotaciones ganaderas y agrícolas que habían predominado hasta entonces.

En la década del 50 se ensanchó la avenida San Martín y se inició la pavimentación de las principales –las más pobladas- arterias de la villa, lo que le fue dando una nueva característica a la población. Se fue desarrollando un comercio que todavía se halla en evolución, agrupándose especialmente sobre tres arterias: Colón, 20 de septiembre y San Martín.

En toda su extensión, que es de carácter llano, posteriormente se levantaron casas de familia, comercios, etc. Alternando con manzanas de tierra poco o nada edificadas. Los edificios – casas o chalets- fueron generalmente de planta baja o de planta baja y primer piso muchos con pequeños jardines.

Los terrenos donde hoy se alza la localidad pertenecían a los señores Juan M. Monquat, Arturo Peralta Ramos, Carlos Fischer y Juan Chiossone, sucesores del doctor Calzada “en cuyo honor” se fundó la villa. El primer nombre que conoció la zona fue “Villa Calzada”, denominación que mantuvo hasta 1956, en que, en virtud del decreto provincial nº 244, comenzó a denominarse Rafael Calzada.

Es la única población del partido de Almirante Brown que cuenta con la histórica ceremonia de la colocación de la piedra fundamental y Acta de Fundación. Presidía los destinos de la nación el doctor José Figueroa Alcorta, siendo gobernador de la provincia de Bs. As. El doctor Ignacio Irigoyen e intendente municipal del partido de Almirante Brown, el doctor Atilio Perrando. La piedra fundamental fue colocada en la plaza 25 de mayo, bendecida por Luis Duprat, Vicario General de la Arquidiócesis de Buenos Aires, siendo padrinos el señor Vicente Blasco Ibáñez y la señora Celina González Peña de Calzada.

Rafael Calzada

El nombre de la actual ciudad, “Rafael Calzada”, recuerda a Rafael Calzada Fernández nacido en Navia (España) en 1864 y fallecido en la capital federal en 1929, descansando sus restos mortales en el cementerio local. Tuvo descollante actuación en Argentina como abogado, periodista, político, escritor y en todas aquellas manifestaciones, que en su época, contribuyeron al mejoramiento de las relaciones hispanoamericanas. Desarrolló, además, una intensa actividad de carácter social, cultural, educativo, etc. que constituye otro aspecto interesante de su personalidad.