Uno de los cánceres más letales se podría combatir con el Zika

Se trata del glioblastoma, un tumor cerebrar de los más frecuentes y agresivos y que puede manifestarse a cualquier edad.

Científicos de la Universidad de Washington y California,Estados Unidos, demostraron que el virus de Zika puede ayudar a tratar el cáncer de cerebro. Este tipo de tumor, al igual que todos los tumores cerebrales, excepto en casos muy raros, no se expande más allá de las estructuras del sistema nervioso central. De todas maneras, advirtieron que aún se encuentra en las primeras fases experimentales.

Esta tipo de cáncer cerebral se encuentra entre los más mortales (que la mayoría de los pacientes mueren dentro de los dos años del diagnóstico), y por lo general afecta principalmente a adultos, con un pico de incidencia entre los 45 y los 70 años. Sin embargo, cuenta con la dificultad de su extirpación dada su localización, una elevada resistencia a la quimioterapia y radioterapia. Además, tras su tratamiento inicial las recaídas son muy comunes y las opciones terapéuticas limitadas.

En este contexto, la comunidad científica se aboca a hallar variantes terapéuticas. Y una de los más recientes pruebas encontró en el virus del Zika un posible -e inesperado- aliado para combatir la afección. Al menos, es la respuesta que observaron en ratones y cultivos, demostrando que ralentiza el crecimiento y aumenta la esperanza de vida, incluso aminoró el crecimiento del tumor y prolongó significativamente la vida de los animales.

El abordaje estándar contra este cáncer incluye la cirugía, la quimioterapia y sesiones de radiación, con lo cual mata las células madre de glioblastoma para prevenir que surjan nuevos tumores después que el tumor original haya sido extirpado quirúrgicamente. Sin embargo, las variantes de tratamiento no logran evitar que la mayoría de los tumores se repliquen antes de seis meses, ya que estas células tienen capacidad de resistencia.

Partiendo de allí, para eliminar a las células madre de glioblastoma, los científicos emplearon una cepa mutante de Zika, menos virulenta que las cepas naturales y más sensibles a la respuesta inmune.

Los resultados, publicados en The Journal of Experimental Medicine, abrieron la puerta hacia ensayos preclínicos para asegurarse que se trata de una opción eficaz y sin efectos secundarios adversos a corto o largo plazo. Milan G. Chheda, experto de la Universidad de Washington, comentó al respecto: «Vemos al Zika siendo empleado un día en combinación con las terapias existentes para erradicar el tumor por completo».