Homenaje a Jorge Newbery en Longchamps a 103 años de su fallecimiento

Autoridades municipales, miembros del Instituto Newberiano filial Almirante Brown y representantes de instituciones locales, recordaron al  ingeniero Jorge Newbery a 103 años de su trágico fallecimiento. Fue en la plaza que lleva su nombre, en Longchamps, cuna de la aviación sudamericana.

El intendente Mariano Cascallares encabezó el acto acompañado por el concejal José Lepere y el delegado de Longchamps, José María Vera. En la ocasión se presentó en sociedad al nuevo presidente del Institituto Newberiano local, comodoro mayor Gustavo Minuett, actual titular del Círculo de la Fuerza Aérea Argentina.

Cascallares destacó la figura del ingeniero Newbery a quien calificó como “un héroe popular, un hombre destacado del deporte que trabajó incansablemente por la concreción del Aero Club Argentino y la primera escuela de la Fuerza Aérea Militar de Latinoamérica, que también estuvo presente en Longchamps presenciando el primer vuelo mecanizado en Sudamérica que protagonizó el francés Henri Brégi».

Durante el homenaje, Cascallares entregó una distinción especial al presidente saliente de este instituto, Hugo Iraizoz, en reconocimiento a su valiosa trayectoria, y se entregó una bandera nacional de ceremonias al Centro Social, Urbanístico y Cultural «Jorge Newbery». También se colocó una ofrenda floral al pie del monumento en homenaje al hombre que fuera pionero de la aviación nacional.

La jornada contó con el acompañamiento de la Banda de Música «Teniente Benjamín Mattienzo» del Instituto de Formación de la Fuerza Aérea Argentina, que entonó el himno nacional y el himno a Jorge Newery; y con el colorido de un globo aerostático exhibido en honor a quien uniera tres países a bordo de uno de ellos.

Newbery fue un hombre multifacético. Más allá de su notable actividad relacionada con la aerostación y la aviación, practicó boxeo, esgrima y ganó varias regatas, además de ser maratonista. También fue ingeniero, y se desempeñó como Director del Servicio de Alumbrado de la Ciudad de Buenos Aires hasta el día de su muerte defendiendo la municipalización de este servicio, en contra de su concesión a empresas privadas. Murió en Mendoza, a los 38 años mientras tripulaba un avión. En 1909 unió Argentina, Uruguay y Brasil por aire con su globo “Huracán”.