El gobierno de Temer en su peor momento

Michel Temer se encuentra en su punto de menor aceptación desde que asumió en agosto de 2016, luego de la destitución de la presidenta electa, Dilma Rousseff, efectuada por el Senado.

Según una encuesta publicada el 15 de febrero por la Confederación Nacional del Transporte (CNT) y elaborada por el Instituto MDA Pesquisa, la evaluación negativa del gobierno de Temer es del 44%. El 38,9% evalúa la gestión como “regular”, mientras que apenas el 10,3% la califica “positiva”.

Por otro lado, la imagen negativa del presidente alcanza el 62% mientras que la aprobación llega al 24,4%.

Estos números se explican en cuestiones concretas. Por un lado, según el Índice de Actividad Económica del Banco Central Brasileño (IBC-Br), la actividad económica en Brasil cayó un 4,34% durante el 2016. Esto incluye los tres sectores fundamentales de la economía brasileña: agricultura y ganadería, industria y comercio y servicios.

Por otro lado, el avance de las investigaciones en el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, conocido como “Lava Jato”, ha sumado más pruebas contra funcionarios del Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), actualmente en el gobierno.

Operación Leviatán

El jueves 16 de febrero se dieron a conocer los primeros resultados de la investigación que lleva adelante la Policía Federal sobre los sobornos en torno a la obra de la represa de Belo Monte (en el Estado de Pará), la mayor obra pública de Brasil cuyo presupuesto es 9.484 millones de dólares. Esta represa, sobre el río Xingu será finalizada en 2019 y ya se considera como la tercera más grande del mundo.

Esta investigación, que ya se conoce como “Operación Leviatán”, es considerada el desdoblamiento más grave del caso Lava Jato. La investigación apunta directamente al senador Edison Lobão (PMDB), quien era ministro de Minas y Energía durante la construcción de la represa en 2014, y su hijo Marcio Lobão, quien es acusado de cobrar sobornos con las empresas constructoras.

Lobão hijo había sido el encargado de cobrar una coima del 1% de la obra para dirigir ilegalmente hacia la campaña electoral presidencial. En el expediente se mencionan también a Romero Jucá, Valdir Raupp, Renan Calheiros y Jader Barbalho, todos miembros del PMBD.

Edison Lobão es el actual presidente de la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía del Senado. Por lo tanto, es el encargado de encabezar la votación del juez de Supremo Tribunal de Justicia (STJ), en el cargo que quedó vacante luego de la misteriosa muerte del juez Teori Zavascki.

Para este cargo, el presidente propuso al actual ministro de Justicia de Temer, Alexandre de Moraes. Es el Senado quien debe aprobar la designación de Moraes, que deberá contar con 41 votos a favor de los 81 senadores que componen la cámara. Para ello, el senador Eduardo Braga, también del PMDB, fue e encargado de estudiar el currículum de Moraes y brindar el informe para su nombramiento, cuya votación está pautada para el próximo 21 de febrero.

Dentro del STF, no obstante, el juez Edson Fachin fue sorteado como nuevo relator del Lava Jato, tarea que desempeñó Zavascki hasta su muerte. Fachin fue designado ministro del STF por Dilma Rousseff en 2015.

Fachin deberá pronunciarse sobre los pasos a seguir con los 77 integrantes de Odebrecht que están detenidos por el caso Lava Jato y que presentaron declaraciones bajo la figura de “delación premiada”. La implicación de la empresa Odebrecht es la más importante en esta causa –se calculan sobornos por más de 788 millones de dólares- e involucra directamente a Temer en estas maniobras ilegales.

Además, 44 senadores están siendo investigados por esta causa y 27 están acusados de corrupción. Entre ellos se incluye a Renan Calheiros (PMDB), presidente del Senado y mano derecha de Temer. Este mismo Senado, bajo su mando, es el que decidió destituir a Dilma Rousseff, pese a que fue electa democráticamente por el 51,6% de los votos en 2014.

Reforma de la seguridad social

Otro de los temas más importantes por estos días en Brasil es la Reforma de Seguridad Social (Reforma da Previdência) impulsada por el presidente Michel Temer.

Las principales medidas de esta reforma apuntan contra los derechos de las mujeres. Por un lado, busca aumentar la edad jubilatoria femenina de 60 a 65 años de edad, al igual que la edad establecida para los hombres. Esta medida no tiene en cuenta datos de las realidad social y laboral brasileña que marcan que los niveles de precarización laboral son mucho más profundos en el caso de las mujeres. Así lo evidenció el Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (IBGE) que develó que las mujeres brasileñas trabajan, en promedio, cinco horas semanales más que los hombres. Según informó el periódico Brasil de Fato, las mujeres ganan 25% menos del salario que los hombres, por igual tarea.

La reforma contempla, además, un mínimo de 25 años de aportes jubilatorios para recibir el 72% de la jubilación, y más de 49 años de aportes para percibir una jubilación completa.

Desde el Frente Brasil Popular, que nuclea a organizaciones populares y sindicales, anunciaron las realización de huelgas generales para el 8, 15 y 31 de marzo en repudio a los recortes de los derechos laborales.

Lula, el preferido para la presidencia

La CNT reveló también una encuesta en la que indica que el expresidente Lula da Silva mantiene la mayor intencionalidad de voto hacia las elecciones presidenciales de 2018. Lula hoy tiene la intención del 16,6% de los votos, que llegan al 30,5% en una posible una segunda vuelta. Lo siguen Marina Silva, con el 11,8% y en tercer lugar el ultraderechista David Bolsonaro (Partido Social Cristiano), con el 11,3%. Aécio Neves (PSDB), que fue candidato presidencial en 2010 y 2014, queda en cuarto lugar con el 10,1% de los votos.

Cuando se incluyen otros candidatos, como Gerardo Alckim (PMDB) y el propio Michel Temer (PMDB), los números no varían significativamente.

El liderazgo de Lula se refleja también en los ataques continuos que recibe desde los medios hegemónicos y en las causas judiciales iniciadas en su contra.