Diez mil puestos de trabajo en riesgo en los call centers

En enero el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió abandonar la práctica de grabar los llamados telefónicos como parte de los procesos de validación de las ventas telefónicas de servicios financieros o seguros. Esta resolución (Comunicación “A” 6145, del 6 de enero) que elimina un control y garantía para los usuarios (ante reclamos el único backup serán las notas que tome el propio operador), implica además la puesta en riesgo de miles de puestos de trabajo en un sector que ya viene recibiendo fuertes golpes.

Walter Franzone, secretario General de la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centros de Contactos (ATACC), con representación en siete provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estimó en diez mil los empleos que peligran, de los que el 40% serían en la provincia de Córdoba. El dirigente además considera la grabación de voz como “indispensable para controlar la veracidad de la compra de un servicio o artículo”. Y agrega: “La normativa no tiene razón de ser. Resulta que cuando el mundo reconoce la grabación de voz, ahora la comunicación más fehaciente será a través de un papel”.

Confirma Franzone que el sector de trabajadores de call centers viene sufriendo “una sangría” desde hace meses ya que es creciente la tendencia empresarial a tercerizar esos servicios en otros país. Por ejemplo, un ingresante en la provincia de Córdoba cobra un sueldo de 12.500 pesos, mientras que por el mismo trabajo en Perú se está pagando la tercera parte. Otros destinos que se están privilegiando contra el empleo en Argentina son Colombia, Chile, Uruguay o Paraguay. “Antes costaba sacar el dinero de las empresas hacia afuera, por lo tanto se mantenía una barrera, hoy pueden sacar el dinero y obviamente que lo están llevando hacia afuera”, contextualiza Franzone.

“Contratando empresas de Centros de Contacto extranjeros, evitan tener empleados en relación de dependencia directa, y a la vez, para reducir costos salariales, parte del servicio de atención al cliente lo brindan con empresas radicadas en países de Latinoamérica donde con el sueldo de un trabajador argentino contratan dos operadores o más”, explicó el dirigente.

ATACC denunció hace algunas semanas que en los últimos meses el sector ya sufrió más de 6 mil despidos en centros de atención de llamadas a nivel nacional. El gremio tiene una particular preocupación por la situación en la provincia de Córdoba, donde estiman que hay al menos 18 mil trabajadores de call centers.

Respecto a la situación en Córdoba, Franzone confirmó que sostuvieron una reunión en el Ministerio de Trabajo provincial, que conduce Omar Sereno, en la que los funcionarios “tomaron el guante” y prometieron “llevar la preocupación al Consejo Federal del Trabajo”, ya que la situación excede a la provincia.

El sindicalista reclama medidas de acción “urgentes” para el sector. Una de las propuestas del gremio es un proyecto de ley para que que si un argentino paga un servicio en el país sea atendido en los centros de contacto por argentinos, lo apunta a cuidar las fuentes de trabajo. “Venimos pidiendo una ley similar al Compre Argentino, que si un producto o servicio se compró en nuestro país, el servicio de atención al cliente lo preste también un argentino”, detalla Franzone.

Y añade: “Durante muchos tiempo hemos intentado llevar al Congreso una propuesta de Ley Nacional de Compre Argentino que ponga a las empresas de servicios un límite de importación de esos servicios al exterior. Se está perdiendo mucho mercado interno y el lado más débil es siempre el trabajador”.

Otra de las propuestas de ATACC apunta a la eliminación de los IVR (Interactive voice response, es decir, atención a través de máquinas contestadoras interactivas) para que se generen así nuevos puestos de trabajo. “La medida brindaría una mejora en la atención a los usuarios de los servicios incrementando la calidad de la prestación de los mismos y se generarían entre 15 y 20 mil puestos de trabajo dentro de una franja etaria entre los 20 y hasta los 35 años”, concluye Franzone.