Los faraones pasan a examen tecnológico

Las nuevas tecnologías han cambiado en los últimos años la forma en la que los arqueólogos estudian las momias, tumbas y pirámides.

La aplicación de estas nuevas opciones ha abierto la puerta a nuevos conocimientos sobre los faraones, como la reciente hipótesis de que al lado de la tumba de Tutankamón esté enterrada la reina Nefertiti.

Para probar esta teoría se están efectuando unos análisis con radar en el sepulcro del “faraón niño” para comprobar si detrás del muro Morte y Oeste del sepulcro hay cámaras ocultas, tal y como apunta un reciente estudio de un equipo japonés.

La investigación en la tumba de Tutankamón dio comienzo después de que el egiptólogo británico Nicholas Reeves considerara que detrás del muro Norte del sepulcro podría haber una cámara secreta, en la que estaría enterrada la reina Nefertiti, cuyo sarcófago no ha sido aún hallado.

El experto formuló esta hipótesis después de que examinara las imágenes de alta resolución de la tumba tomadas por el estudio Factum Arte, con sede en Madrid, a partir de las cuales se realizó una réplica de la misma.

Gracias a un proceso de digitalización en tres dimensiones, se desarrolló esa réplica a escala real, que fue instalada hace dos años cerca de la tumba original.


También en Guiza

Actualmente, la tecnología más moderna está siendo aplicada también a las pirámides de Guiza, con el objetivo de arrojar un poco de luz en torno al gran misterio de cómo fueron construidas hace cuatro mil 500 años.

“Es fascinante: estamos usando partículas cuánticas, que es lo más pequeño que conocemos, para estudiar uno de los monumentos más grandes de la historia”, explicó Mehdi Tayubi, codirector del proyecto ‘Scan Pyramids Mission’, lanzado por el Ministerio de Antigüedades egipcio en colaboración con el Instituto de Innovación y Preservación del Patrimonio (HIP) francés.

Tayubi, perteneciente al HIP, detalló que los métodos que se están empleando para analizar las pirámides -entre ellos los rayos infrarrojos y el radar geotérmico- existen desde hace tiempo, pero se están aplicando ahora a la historia y al patrimonio cultural.

“No podemos decir que vamos a resolver el misterio de las pirámides, pero vamos a contribuir a que se entienda mejor algo que ha fascinado a muchas generaciones”.

Por su parte, la egiptóloga española Myriam Seco, que desde el año 2008 trabajó en el templo funerario de Tutmosis III en Luxor, asegura que la egiptología se ha beneficiado de la aplicación de las nuevas tecnologías en los últimos 10 años.

La experta, que en su excavación ha empleado diferentes tipos de radares, explicó que estos permiten obtener información que de otra forma no se conocería y más rápidamente, lo cual ayuda mucho a la investigación y al trabajo de los arqueólogos sobre el terreno.