Sed de esperanza y vientos de alegría

Se divisan nuevos horizontes. Nada permite suponer que el escenario electoral vaya a cambiar en los próximos días, y es por eso que, fuera del agobio que se ve en la situación económica de las familias a diario, lo cierto es que nuevamente se ve una luz de esperanza en las caras de quienes creen que es posible una renovación de una política y un cambio de rumbo, no solamente económico, sino más bien de visión de proyecto nacional.

En este marco, el nuevo rumbo es evidente, una política más inclusiva, que plantee un escenario para muchos en contraposición al país para pocos que plantea la alianza cambiemos: una nueva redistribución de la riqueza del país en muchas manos que combata la pobreza y que reivindique el lugar del derecho de cada ciudadano para construir un futuro mejor.

Acciones concretas que marquen una diferencia que a tono con el proyecto local que ya está parado sobre una base sólida, muestre propuestas serias tendientes a modificar los niveles de pobreza, indigencia y desocupación que acarrean la inseguridad y la crisis de estos tiempos. Por supuesto que cualquier nuevo gobierno no recibe una herencia fácil: con una inflación que rondará el 55 por ciento la realidad se cierne sobre una base de crisis difícil de ocultar a los ojos propios y a los ojos del mundo.

Sin embargo, también hay muestras de diferentes acciones que tendieron a fortalecer fundamentalmente en los distritos del Conurbano Bonaerense, la unidad de los municipios en contraposición a las medidas de hambre nacionales y provinciales. en este sentido y una muestra quizás sea; el recurso presentado por los intendentes municipales (entre los cuales Almirante Brown también fue uno) para frenar los tarifazos que azotaron a los vecinos.

El acompañamiento los vecinos a las medidas de protección que tomaron los diferentes distritos para palear la desgracia en la que cayeron miles de familias que habiendo perdido el trabajo y el principal sustento de su economía, definieron apoyar el NO al cierre de empresas e impulsar nuevas empresas recuperadas y cooperativas.

Hay una luz de esperanza en el pueblo argentino, una luz que permite suponer y soñar con un camino diferente que transitar unidos como pueblo luego de las elecciones del próximo octubre. Los Brownianos ya transitamos ese camino juntos hace tiempo y ahora vamos por más.