Nuevas miradas sobre nosotros mismos

Con una importante suba en las actividades industriales y con subas de producción aparecen alternativas para palear la crisis que golpea al país. La salida productiva, la mirada de crecimiento, la suba de exportaciones, sumado al control de precios, mediantes nuevas alternativas de comercios a bajo costo, constituyen nuevas miradas que desde el distrito se aportan al Conurbano bonaerense y al resto de la provincia. 

Por eso, es importante entender que la salida a la crisis es integral, con nuevas actividades productivas en los campos que no hemos explorado, con el fortalecimiento y la democratización de aquellas actividades productivas que son parte del entramado social, y terminando con la especulación de precios que azota a nuestro país. 

La incertidumbre se termina creciendo en términos productivos y confiando en el proyecto nacional y popular que nos contiene. Ya hemos pasado por momento de freno de la economía en el cual el país y el mundo han sido parte de un salvataje que quedará en los libros de historia: una pandemia mundial que puso freno a los engranajes de las sociedades. 

Hoy a poco tiempo de esa lucha incansable de los pueblos, nos enfrentamos todavía a la necesidad de una recuperación que no ha sido posible ni siquiera en los países más avanzados del mundo, de la manera previa a la pandemia. Hemos sufrido como pueblo, como seres sociales, desde la integridad, y desde la sociedad mundial. 

Pero aprender de nuestros errores, también es parte de terminar con las concentraciones: de capital, demográficas, de actividades, de servicios sociales. La democratización, la extensión territorial y la mirada de bienestar de nuestro pueblo, poco a poco dejó de ser una alternativa para convertirse en una necesidad clara, constructiva y real, tangible. 

Hoy seguimos teniendo esa posibilidad. La posibilidad de repensarnos, de reinventarnos y recrearnos como nuevos actores teniendo en cuenta al otro, a los otros, en un entramado que puede construir un nuevo contrato social. El contrato social de la solidaridad y de la redistribución, está en nosotros dejar las especulaciones y creer desde el salto de fe, que es posible.