Cómo es la nueva estafa bancaria

 

Las diferentes estafas virtuales, financieras y tecnológicas siguen a la orden del día en Argentina. Tanto es así que hasta el Banco Central de la República Argentina (BCRA) está modificando su normativa para intentar defender a las víctimas de estafas financieras.

Lo mismo vale para otras estafas relacionadas con malware tecnológico.

Ahora, están tomando fuerza una serie de estafas que se aprovechan de diferentes tecnológicas de acceso remoto (comúnmente usadas para dar soporte desde una máquina a otra) para tomar control de los dispositivos de usuarios que son engañados por ciberdelincuentes.

Desde la Fiscalía de Delitos Económicos confirmaron que entre diciembre y marzo se realizaron unas diez estafas bajo esta modalidad: los delincuentes utilizaron una nueva maniobra delictiva, se hacen pasar por vendedores o representantes comerciales de entidades bancarias que por medio de llamado telefónico o WhatsApp y empujan a las víctimas a descargar aplicaciones como Quicksupport o TeamViewer, que son de asistencia remota, y desde allí toman control de los dispositivos de las víctimas.

Los atacantes convencen a la victima para que abra su cuenta para «verificar que su compra se haya realizado» o para «ayudarlos con el trámite bancario» y de esta manera, por medio de la aplicación ingresan al dispositivo de la victima y le vacían las cuentas.

Cómo funciona la estafa

Uno de los casos detectados por la Fiscalía de Delitos Económicos se dio en una familia que se acerco al banco para pedir una tarjeta de débito, pero como el trámite no era presencial les habían indicado que llamaron a un 0800 o que ingresaran a las redes sociales oficiales de la entidad.

Luego de haber comunicado, en teoría, con las redes del banco, un hombre que simuló ser empleado llamó a las víctimas y le dio indicaciones, en las que les indicó que bajaran la aplicación QuickSupport, le pasaran un número ID y que luego que abrieran la Cuenta DNI.

Una vez que tuvo acceso al dispositivo de la víctima, el atacante se transfirió cerca de $ 200.000.

A continuación, las víctimas tenían que ir hasta un cajero automática para continuar la operación y el atacante indicó que no ingresaran a Cuenta DNI porque se perdería todo lo hecho. El delincuente también buscaba cambiar la cuenta donde la víctima podía cobrar la jubilación, aunque los damnificados se dieron cuenta que era una estafa y dejaron de operar con el delincuente.