Garrafazo: el Gobierno desregula el mercado del gas envasado y elimina el control de precios
El reciente decreto 446/2025 restringe la injerencia estatal en el gas licuado de petróleo (GLP) a la fiscalización de seguridad, dejando oferta, demanda y precios a la libre competencia. Esta medida busca fomentar la inversión privada y reducir sobrecostos.

El Gobierno nacional dio un paso más en su política de desregulación económica al modificar el marco normativo del gas envasado. A través del Decreto 446/2025, publicado este jueves en el Boletín Oficial, el Estado argentino limita su intervención en el mercado del gas licuado de petróleo (GLP) a funciones de fiscalización de seguridad, dejando de tener injerencia directa en la fijación de precios, la oferta y la demanda. Esta decisión se suma a la eliminación del precio máximo de las garrafas que ya se había implementado en enero.
La normativa establece que la Secretaría de Energía, como autoridad de aplicación, restringirá su tarea «exclusivamente a la fiscalización del cumplimiento de los parámetros de seguridad correspondientes». Esto implica un cambio radical en la concepción del rol estatal, que ahora deberá operar «sin interferir en aspectos operativos que competen al funcionamiento del mercado, evitando intervenir en decisiones vinculadas a precios, oferta y demanda, las cuales deben quedar regidas por el funcionamiento libre y competitivo del mercado». Según el Ejecutivo, este esquema es el «mecanismo más eficiente para asignar recursos y promover el desarrollo del sector».
Por qué el Gobierno desregula el mercado del GLP
La fundamentación detrás de esta medida radica en la premisa de que el régimen anterior otorgaba un rol «protagonista a la autoridad de aplicación en materia de regulación económica, técnica y operativa». El Gobierno argumenta que esta sobrerregulación generó «duplicación de funciones, distorsiones de mercado y sobrecostos operativos que impactan negativamente en los precios al consumidor».
En contraposición, se considera que el sector privado tiene el mayor interés en expandir la producción, el fraccionamiento y la comercialización de GLP. Además, se le atribuye la capacidad para «mejorar la calidad del servicio, diversificar la oferta y optimizar la operación de la industria, incluyendo los mecanismos de canje de envases». El objetivo final de estas modificaciones, según el decreto, es garantizar el abastecimiento interno de GLP al menor costo posible para los consumidores.
Flexibilización y transparencia en el sector
Una de las medidas más significativas del decreto es la eliminación de la obligación de obtener autorización previa de la Secretaría de Energía para instalar nuevas plantas de fraccionamiento o ampliar las existentes. Ahora, será suficiente con que se cumplan los requisitos legales y reglamentarios para operar en los distintos segmentos de la industria, sin necesidad de una autorización previa de la autoridad de aplicación. Se establece un plazo acotado para la presentación de la documentación pertinente antes del inicio de operaciones, modificaciones o renovaciones, con un silencio administrativo que se considerará positivo a los diez días hábiles.
Además, el decreto introduce una importante flexibilización en el régimen de marcas y envases. A partir de ahora, los fraccionadores podrán envasar GLP de cualquier productor, comercializador o importador, y hacerlo para más de una marca o leyenda. El uso de envases de otras marcas podrá ser acordado libremente entre fraccionadores mediante contratos bilaterales.
Para asegurar un acceso equitativo a los envases, se establece la obligación de recibir garrafas de cualquier marca o leyenda y se crea un «parque de envases de uso común». Este parque busca garantizar el acceso a envases para aquellas empresas fraccionadoras que, cumpliendo con la normativa vigente, encuentren dificultades para recuperar los envases identificados con su propia marca o leyenda.
Finalmente, el Gobierno autorizó la importación libre de gas licuado de petróleo, sin otro requisito que el cumplimiento de la normativa vigente y sin necesidad de aprobación previa. En cuanto a las exportaciones, se permitirán siempre y cuando el volumen de abastecimiento del mercado interno esté garantizado.
Estas modificaciones buscan adecuar las disposiciones regulatorias a una «realidad operativa y productiva dinámica», promoviendo una regulación «moderna, eficiente y orientada al desarrollo del sector de GLP». Resta ver cómo estas medidas impactarán en los precios y la disponibilidad del gas envasado para los consumidores argentinos en los próximos meses.