Alquileres con incrementos de hasta 95% en mayo: analisis de los ajustes según el tipo de contrato
Alquileres con incrementos de hasta 95% en mayo: radiografía de los ajustes según el tipo de contrato

El quinto mes del año irrumpe en el bolsillo de las familias argentinas con la ineludible actualización de los contratos de alquiler, un gasto prioritario que presenta diversas caras según la fecha de firma y la modalidad de ajuste pactada. En este complejo escenario, quienes rubricaron sus acuerdos bajo la Ley de Alquileres derogada se enfrentan a incrementos que pueden alcanzar hasta un 95%.
La disparidad en los aumentos radica en la coexistencia de al menos tres mecanismos de actualización. Aquellos inquilinos con contratos firmados en mayo de 2022 o 2023 deben afrontar la renovación anual bajo el Índice de Contrato de Locación (ICL), un indicador elaborado por el Banco Central que combina la evolución de los salarios y la inflación. Para estos casos, el ajuste que impacta en mayo se sitúa en torno al 95%, aunque el porcentaje exacto varía según la fecha precisa de inicio del contrato debido a la fluctuación diaria del ICL. Un inquilino que abonó $500.000 hasta abril, deberá desembolsar este mes aproximadamente $976.190.
Una segunda modalidad de ajuste, implementada de forma transitoria entre el ICL y la desregulación actual, es el Índice Casa Propia. Este índice también considera salarios e inflación, pero aplica el indicador de menor crecimiento para la actualización. Si bien inicialmente se concibió para contratos semestrales, algunos acuerdos lo adoptaron para períodos trimestrales o cuatrimestrales. Los inquilinos que iniciaron su contrato en noviembre de 2024 con ajuste semestral bajo este índice experimentarán en mayo un incremento del 48,4%. Así, un alquiler de $500.000 ascenderá a $742.195.
Finalmente, la desregulación impulsada por el gobierno libertario en diciembre de 2024 introdujo una tercera opción: contratos libremente acordados entre las partes, donde predominan los ajustes trimestrales basados en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Para aquellos contratos iniciados en febrero de 2025 con esta modalidad de actualización trimestral, el aumento en mayo será del 10,1%. Un alquiler de $500.000 pasará a $550.913.
Más allá de la modalidad de ajuste, el alquiler se consolida como un peso cada vez más significativo en el presupuesto familiar. Si bien las modificaciones introducidas por el gobierno actual buscaron atender reclamos del sector inmobiliario, facilitando un aumento en la oferta de propiedades en alquiler, el desafío para las familias reside ahora en afrontar los costos iniciales y los pagos mensuales.
Los datos del mercado inmobiliario reflejan esta situación. La mediana de los precios de los monoambientes en alquiler se ubica en $260.000, los departamentos de dos ambientes alcanzan los $350.000 y las unidades de tres ambientes se sitúan en $450.000. Los incrementos interanuales en estos valores superan el 70% en todos los casos.
Esta realidad impacta de lleno en sectores vulnerables como los jubilados. Un jubilado que percibe la mínima, con un ingreso de $355.820, debe destinar más del 73% de su haber al alquiler de un monoambiente promedio, sin considerar las expensas ni los servicios adicionales. Precisamente, las expensas emergen como otro factor de presión económica, representando en abril un promedio del 16,8% sobre el valor del alquiler, casi el doble que el año anterior. El panorama para los inquilinos en mayo se presenta desafiante, marcado por aumentos significativos y una creciente dificultad para acceder y mantener una vivienda digna.