Narco, estafas y lavado: el escándalo que sacude a una diputada libertaria

La diputada libertaria Lorena Villaverde enfrenta graves denuncias por narcotráfico en Estados Unidos y estafas en Argentina. Mientras la Justicia avanza, su bloque político elige el silencio y la fuga antes que dar explicaciones.

Cuando la «libertad» choca con la justicia

La diputada de La Libertad Avanza, Lorena Villaverde, está en el ojo del huracán. No por su desempeño legislativo, sino por un combo explosivo de denuncias que van desde estafas hasta narcotráfico. En Estados Unidos enfrenta una causa por tenencia y tráfico de cocaína. En Argentina, la señalan por lavado de dinero y fraude inmobiliario. Pero el bloque libertario, en lugar de dar explicaciones, elige la estrategia de la avestruz: meter la cabeza bajo tierra y abandonar el recinto.

Cocaína y fuga política

El escándalo se destapó en la última sesión de la Cámara de Diputados, cuando el legislador opositor Martín Soria sacó a relucir documentación que vincularía a Villaverde con el tráfico de entre 150 y 400 kilos de cocaína en Florida. “Tráfico de drogas, ni más ni menos”, denunció Soria, mientras los libertarios, al mejor estilo «sálvese quien pueda», abandonaban la sesión sin dar la cara.

Pero el prontuario de la diputada no se limita al narcotráfico. En Argentina, su nombre también aparece en causas judiciales por presuntas estafas inmobiliarias en Las Grutas, Río Negro. Un caso que, lejos de haber quedado en el olvido, se suma a una investigación por lavado de dinero que en 2017 motivó allanamientos en su contra. Parece que la «casta» no era el único problema del país.

Silencio libertario, ruido en la Justicia

Mientras la oposición expone las denuncias, el oficialismo mantiene un silencio que resuena más que cualquier justificación. Villaverde, que no dudó en atacar a sus adversarios cada vez que pudo, hoy es la protagonista de un escándalo de proporciones. Y como siempre, cuando el fuego es propio, la estrategia es evitar el tema.

El caso también pone en aprietos al bloque libertario, que enfrenta un dilema ético y político: defender a su diputada a toda costa o despegarse antes de que el escándalo termine por salpicarlos a todos. Por ahora, la decisión ha sido el mutismo.

El espejo que incomoda

Villaverde es un símbolo de las contradicciones que golpean a la política argentina. Un espacio que llegó con el discurso de la transparencia, la moral y el «cambio», pero que en la práctica acumula funcionarios envueltos en polémicas judiciales.

La diputada, que hasta hace poco se mostraba combativa contra «los corruptos de siempre», hoy enfrenta un escenario que la pone en el centro de las miradas. Y mientras el bloque libertario se debate entre apoyarla o soltarle la mano, la pregunta es inevitable: ¿cómo se sostiene el discurso de la «nueva política» cuando sus propios representantes acumulan causas que harían sonrojar a los «viejos políticos»?