El criptogate complica la relación de Milei con EE.UU.

La reciente entrevista de Mauricio Claver Carone con CNN en Español desató un nuevo foco de tensión en la relación entre Argentina y Estados Unidos. En el marco de la Asamblea Legislativa, el exfuncionario de Trump arrojó declaraciones que incomodaron a la Casa Rosada al referirse al escándalo de la criptoestafa y sus posibles implicaciones judiciales.

El discurso de Javier Milei ante el Congreso estuvo marcado por la ausencia de casi la mitad de los legisladores. Lejos de sorprenderlo, el presidente utilizó este hecho para reforzar su retórica contra la oposición, acusándola de priorizar sus intereses sobre los de la ciudadanía. En este contexto, Milei reafirmó su intención de enviar al Parlamento el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, una decisión clave para su gobierno.

Sin embargo, las declaraciones de Claver Carone desviaron la atención hacia un tema que el oficialismo intenta minimizar. El exdirector del Banco Interamericano de Desarrollo advirtió que el caso de la criptoestafa representa un problema serio para la relación bilateral. Según sus palabras, ciudadanos estadounidenses fueron defraudados y algunos asesores del presidente estarían involucrados, lo que podría derivar en una investigación judicial en Estados Unidos.

Milei, por su parte, apenas mencionó el tema en su discurso. Hizo referencia a estafas piramidales, pero lo vinculó a su narrativa contra la política tradicional, responsabilizándola de un supuesto desfalco de 110 mil millones de dólares. Su estrategia de restar importancia al escándalo choca con la realidad de una investigación que avanza en el FBI y que podría traer consecuencias para su gobierno en un contexto electoral clave.

El impacto de las declaraciones de Claver Carone no es menor. Su influencia dentro del ala republicana podría alterar la dinámica entre Washington y Buenos Aires. Además, su rol como crítico de la administración libertaria se ha consolidado desde su salida del BID, lo que refuerza la posibilidad de que siga siendo una figura clave en la relación bilateral.

La estrategia de Milei de desestimar el escándalo podría enfrentar un obstáculo si la investigación en Estados Unidos avanza. La Casa Rosada busca garantizar inversiones y fortalecer vínculos con la administración de Trump, pero el Criptogate amenaza con convertirse en un factor disruptivo. En un año donde el oficialismo necesita estabilidad política y respaldo internacional, este escándalo se perfila como una sombra difícil de disipar.