Milei y el mercado: desconfianza creciente ante un gobierno sin rumbo

La inestabilidad económica y política sigue generando preocupación en los mercados, reflejada en la escalada del riesgo país y la caída de la bolsa. La falta de avances en la renegociación con el FMI y el escándalo $Libra agudizan la desconfianza de los inversores.

Desde la asunción de Javier Milei, las expectativas sobre un cambio de rumbo económico fueron inicialmente alentadoras para ciertos sectores financieros. Sin embargo, la falta de medidas concretas y el creciente clima de incertidumbre han deteriorado la confianza del mercado. Esta situación se evidencia en el alza del riesgo país, que alcanzó los 780 puntos básicos, un aumento significativo desde los 561 puntos registrados en enero.

El descontento de los inversores se profundiza ante la ausencia de catalizadores positivos, como un acuerdo con el FMI o definiciones sobre la eliminación de los controles cambiarios. La economía argentina sigue enfrentando limitaciones estructurales que, sin medidas concretas, complican la estabilidad a mediano plazo.

El programa económico de Milei también se encuentra condicionado por la política. La falta de consenso con sectores clave del Congreso y las tensiones con sus propios aliados han debilitado su capacidad de acción. La economista Natalia Motyl advierte que el contexto electoral también juega un papel fundamental, ya que el gobierno enfrenta el desafío de sostener su gobernabilidad en un escenario político fragmentado.

El impacto de esta incertidumbre ya se refleja en los principales indicadores financieros: el índice S&P Merval cayó un 1,1%, acumulando una baja del 9% en cinco sesiones, mientras que los bonos en la plaza extrabursátil local registraron una caída del 0,5%. En el mercado cambiario, el peso mayorista mostró una leve apreciación del 0,07%, pero sin lograr revertir la tendencia de fondo.

A este complejo panorama económico se suma el escándalo $Libra, que expuso graves falencias en la regulación financiera del gobierno. Las denuncias sobre posibles beneficios a grupos especulativos han generado nuevas dudas sobre la capacidad de gestión de Milei, mientras que la falta de respuestas concretas por parte del Ejecutivo solo ha incrementado la percepción de inestabilidad.

Las alarmas también se encienden en el plano institucional. La creciente presión del gobierno sobre la Corte Suprema y las críticas a la independencia judicial generan inquietud en el ámbito internacional. Estas tensiones institucionales profundizan la percepción de un país con escasa seguridad jurídica, lo que impacta directamente en la atracción de inversiones extranjeras.

Frente a este escenario, los organismos internacionales y los mercados recalculan su postura ante Argentina. La falta de previsibilidad en la administración de Milei, sumada a un discurso confrontativo y a la ausencia de políticas de Estado sólidas, refuerza la imagen de un gobierno que enfrenta dificultades para consolidar su modelo económico y político.

En este contexto, el margen de maniobra del oficialismo se reduce. Sin medidas concretas que generen confianza en los mercados y sin un fortalecimiento institucional que brinde garantías jurídicas, Argentina podría seguir transitando un camino de mayor fragilidad económica y política. La gestión de Milei enfrenta el desafío de recuperar la confianza perdida antes de que la crisis se agrave aún más.