8M: Un nuevo llamado a la igualdad y la justicia
En el marco del Día Internacional de la Mujer, se renueva la lucha por los derechos y la equidad de género en todo el mundo.

Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer se convierte en un momento de reflexión, reivindicación y acción. Desde su institucionalización por la ONU en 1977, esta fecha no solo conmemora las conquistas de las mujeres en distintos ámbitos, sino que también pone en evidencia las desigualdades persistentes y la necesidad de continuar la lucha por un mundo más justo y equitativo.
Este año, las movilizaciones y actividades organizadas en diversas partes del mundo giran en torno a temas clave como la brecha salarial, la violencia de género, el acceso a derechos básicos y la participación igualitaria en los espacios de toma de decisiones. En Argentina, miles de mujeres salen a las calles para exigir políticas públicas efectivas que garanticen su seguridad, oportunidades laborales dignas y una justicia que actúe con perspectiva de género.
Uno de los principales reclamos sigue siendo la erradicación de la violencia machista. Según datos del Observatorio «Ahora Que Sí Nos Ven», en 2023 se registró un femicidio cada 35 horas en el país, lo que evidencia la urgencia de medidas más efectivas para prevenir y sancionar estos crímenes. La aplicación plena de la Ley Micaela en el Estado y el fortalecimiento de programas de acompañamiento a víctimas son algunas de las demandas centrales de los movimientos feministas.
Otro punto clave es la brecha salarial de género, que sigue afectando a millones de mujeres en Argentina. Según el último informe del INDEC, las mujeres ganan en promedio un 27% menos que los hombres por el mismo trabajo. La precarización laboral y la feminización de sectores económicamente vulnerables agravan esta situación, lo que resalta la necesidad de políticas públicas enfocadas en la equidad salarial y en la promoción de mujeres en roles de liderazgo.
El 8M también es una jornada de sororidad, donde colectivos, organizaciones y mujeres individuales se unen para visibilizar sus demandas y logros. Desde los paros feministas hasta las intervenciones artísticas, la expresión de esta lucha toma múltiples formas, pero con un mismo objetivo: construir una sociedad más justa e igualitaria.
En este contexto, el llamado es claro: la lucha por los derechos de las mujeres no puede quedar relegada a un solo día en el calendario. Es una causa diaria que requiere compromiso político, cambios estructurales y una participación activa de toda la sociedad. Mientras persistan las desigualdades, el 8M seguirá siendo una fecha de lucha, memoria y esperanza.