Gas por las nubes: Las tarifas podrían subir más de lo previsto por el costo del fluido importado

Con la adquisición de costosos cargamentos por parte de Enarsa y los recientes ajustes en los precios mayoristas, se prevé un alza en las facturas de gas. El dilema: ¿quién absorberá este gasto adicional?

Los precios mayoristas, derivados de los contratos entre petroleras y distribuidoras, han experimentado incrementos significativos. Sin embargo, el Gobierno no ha trasladado a los usuarios el costo estimado de las importaciones, que suele ser mayor que la producción nacional. Esto podría poner en riesgo los contratos económicos del sector.

Aunque el suministro físico de gas no corre peligro, la incógnita radica en quién asumirá el costo adicional, especialmente con la llegada de 30 cargamentos importados entre abril y agosto, comprados por Enarsa.

En comparación con años anteriores, donde Enarsa sufragaba gran parte de este gasto, esta vez el Gobierno decidió licitar todo el gas importado para las distribuidoras a un precio fijo. Sin embargo, estas licitaciones quedaron desiertas, ya que las distribuidoras no pueden asegurar el traslado de estos costos a los usuarios finales.

La situación se agrava por los fuertes aumentos tarifarios de hasta un 650% interanual, afectando a diversos estratos sociales. Además, se esperan nuevos incrementos con la entrada en vigor de los precios de invierno.

Si el conflicto por las importaciones se resuelve a favor del traslado total de los costos a los usuarios, las tarifas podrían subir aún más. Sin embargo, la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner ayuda a mitigar este panorama, al reducir la dependencia de combustibles importados y bajar los costos de abastecimiento local.