Marcha histórica y multitudinaria en defensa de la universidad pública y en contra del ajuste de Milei

Más de un millón de argentinos se unieron en una emotiva marcha en todo el país, exigiendo mayor presupuesto para las universidades públicas y rechazando el drástico ajuste propuesto por Javier Milei. Estudiantes, docentes y diversos sectores se congregaron en una de las movilizaciones más masivas de los últimos tiempos, defendiendo con fervor el derecho a la educación pública.

La comunidad educativa argentina hizo historia este martes al movilizarse en una jornada épica en defensa de las universidades públicas y en contra del devastador ajuste propuesto por el Gobierno. Más de un millón de voces se unieron en distintos puntos del país, convirtiendo esta movilización en un hito que quedará grabado en la memoria colectiva.

La ciudad de Buenos Aires se erigió como epicentro de esta poderosa manifestación que congregó a unas 800 mil personas en un extenso recorrido que culminó en una Plaza de Mayo rebosante de energía. A nivel nacional, la movilización superó el millón de participantes, demostrando la contundente voz de quienes defienden la educación pública.

En las horas previas, cientos de estudiantes de diversas carreras de la Universidad de Buenos Aires se reunieron en Ciudad Universitaria, preparando pancartas y mostrando su creatividad en apoyo a la causa. El clima, que amenazaba con dificultar la jornada, se sorprendió al amanecer despejado, con un cielo azul que cubrió la ciudad para el momento de la movilización.

Alrededor de las 14 horas, las calles cercanas al Congreso se llenaron de fuerzas de seguridad, siguiendo el protocolo «antipiquete» ideado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. En la Plaza y sus alrededores, cientos de banderas de diferentes colores políticos y organizaciones sindicales guardaban la llegada de la comunidad educativa. A medida que se acercaba la hora pactada para iniciar la marcha hacia Plaza de Mayo, la zona se desbordaba con la llegada de más y más personas.

Diversas universidades de todo el país, como las de Rosario, Santa Fe, Mar del Plata, La Plata y el Conurbano bonaerense, se unieron a la convocatoria, formando una columna interminable sobre la Avenida de Mayo. La imagen se repetía en distintos puntos de la nación, mientras los jóvenes recibían el apoyo de otros sectores, como jubilados que marchaban con carteles recordando la importancia de la educación pública en sus vidas y las de sus familias.

Minutos después de las 16 horas, miles de personas comenzaron a movilizarse, sumándose más y más a medida que avanzaba la tarde. Familias enteras, amigos, estudiantes y profesionales se unieron en un reclamo común: el derecho a una educación pública y de calidad.

La Plaza de Mayo se convirtió en el epicentro final de esta jornada histórica, aunque para muchos llegar hasta allí era una tarea imposible debido a la abrumadora cantidad de personas. Sin embargo, esto no detuvo la determinación y el espíritu de quienes participaron en la marcha. Desde distintas ubicaciones, se escuchaban cánticos y consignas, todos unidos por un mismo sentimiento: la defensa de la educación pública, que ha sido un pilar fundamental en la vida de innumerables argentinos.

La jornada culminó con un mensaje claro y contundente: la educación pública es un derecho inalienable que ha transformado vidas y familias enteras en Argentina. En un contexto donde el ajuste propuesto por Javier Milei amenaza con desmantelar este pilar de la sociedad, más de un millón de argentinos salieron a las calles para decir «¡presente!» y defensor lo que consideran esencial para el futuro del país.