Alerta en el Garrahan: peligra la atención de pacientes oncológicos pediátricos

Trabajadores del Hospital Pediátrico Garrahan alertan sobre la posibilidad de un colapso en la atención debido a recortes presupuestarios y escasez de insumos para tratamientos oncológicos pediátricos.

El Hospital Pediátrico Garrahan enfrenta una situación crítica que pone en riesgo la atención de pacientes oncológicos pediátricos. Trabajadores y delegados expresan su preocupación ante la falta de recursos y los recortes presupuestarios que amenazan con colapsar el normal funcionamiento del centro de salud.

Delegados y trabajadores del Hospital Pediátrico Garrahan han levantado la voz de alarma sobre la viabilidad del funcionamiento del hospital en medio de una crisis presupuestaria y de insumos. Según Alejandro Lipcovich, secretario general de ATE y administrativo del Garrahan, el presupuesto asignado para este año es el mismo nominal que en 2023, lo que dificulta enormemente la prestación de servicios médicos de calidad.

El último balance de gestión del centro pediátrico reveló cifras impresionantes: se realizaron más de 671.000 consultas ambulatorias, 10.430 cirugías, 122 trasplantes y se atendieron 30.000 teleconsultas durante el año 2023. Sin embargo, a pesar de esta alta demanda, el presupuesto disponible para el 2024 parece insuficiente para sostener el normal funcionamiento del hospital.

Lipcovich advierte sobre la escasez de insumos en áreas críticas como oncología, donde ya se han denunciado faltantes de sondas especiales utilizadas en el tratamiento de niños y niñas con cáncer. Esta situación, según el secretario general de ATE, es solo el comienzo y se espera que empeore en los próximos meses.

Otro aspecto preocupante es la modificación en el sistema de módulos que se implementará a partir del 1 de abril, lo que implicará enormes recortes en las horas disponibles para la atención médica. Lipcovich señala que esto inevitablemente conducirá a una disminución en la calidad de atención y a un déficit de personal en las salas de internación.

Para los trabajadores del Garrahan, esta situación es inaceptable y exigen una actualización del presupuesto para garantizar condiciones de trabajo dignas y la calidad de atención para los pacientes. Rechazan enérgicamente los recortes y se suman a la lucha contra el ajuste generalizado en el sector público.

La crisis en el Hospital Garrahan no solo pone en peligro la atención de pacientes oncológicos pediátricos, sino que también refleja un problema más amplio de desinversión en la salud pública. Los trabajadores, unidos en su reclamo por mejores condiciones laborales y más recursos, son la última línea de defensa para proteger la calidad de atención en el hospital. Es hora de que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar esta crisis y asegurar que todos los niños y niñas reciban el tratamiento médico que merecen.