El Gobierno retira subsidios a empresas, golpeando la actividad productiva y afectando a comercios y pymes

La decisión gubernamental de dejar de subsidiar tarifas de luz a sectores productivos genera incertidumbre y críticas. Comercios y pymes, los más perjudicados, enfrentan fuertes aumentos mientras se anuncia un programa de eficiencia energética.

En un giro inesperado, el Gobierno argentino ha decidido poner fin a los subsidios de las tarifas eléctricas destinados a comercios, industrias y pequeñas y medianas empresas (pymes). Funcionarios de la Secretaría de Energía y del Ministerio de Economía confirmaron la noticia durante la última audiencia pública, revelando que esta medida entrará en vigencia a partir de mayo. La decisión busca focalizar el apoyo estatal exclusivamente en los sectores más vulnerables y en las necesidades humanas básicas.

Salvador Gil, representante de la Secretaría de Energía, argumentó que el nuevo esquema de subsidios excluye cualquier tipo de apoyo a las actividades productivas, alegando que la subsidiariedad de la energía no es compatible con la liberación de precios. Esta medida impactará directamente a al menos 100.000 empresas, marcando un cambio significativo en la política gubernamental.

El funcionamiento de la Canasta Básica Energética (CBE) también sufrirá modificaciones. Gil adelantó que solo se subsidiarán las necesidades humanas básicas y únicamente cuando sea necesario. El nuevo esquema contempla subsidios directos a la demanda, ya sea mediante transferencias bancarias directas o descuentos en las facturas eléctricas.

Martín Vauthier, asesor en Economía, destacó que en un contexto de recursos escasos, se eliminan los subsidios a la demanda no residencial, argumentando que no se puede asegurar que los sectores de menores ingresos sean los beneficiarios reales en procesos productivos. Esto deja a los comercios y pymes como los más afectados por esta decisión.

Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires y el CONICET señala que los últimos aumentos de tarifas ya impactaron fuertemente en comercios y pymes. Con la eliminación de subsidios, se espera un golpe adicional en estos sectores. Ejemplos concretos revelan aumentos exorbitantes en las facturas eléctricas para pequeños comercios e industriales.

Los comercios pequeños con una potencia de 10 KW y un consumo mensual de 1.200 kwh/mes enfrentan un aumento del 276% en el precio mayorista de la energía, pasando de abonar un 18% en enero a $266.213 en febrero en el AMBA. Mientras tanto, pequeños usuarios industriales con 35 KW de potencia contratada y 6.500 Kwh/mes registran un incremento del 178%, elevando la factura de $274.875 a $1.060.187 en febrero.

Ante este escenario de tarifazos y reducción de subsidios, el Gobierno anuncia la implementación de un programa de eficiencia energética con financiamiento del Banco Mundial. El programa tiene como objetivo proporcionar créditos a comercios y pymes, facilitando la reconversión de sus equipamientos eléctricos para lograr mayor eficiencia y ahorro energético.

La eliminación de los subsidios a las tarifas eléctricas para comercios, industrias y pymes marca un hito en la política gubernamental, generando preocupación en el sector productivo. Mientras tanto, el anuncio de un programa de eficiencia energética busca mitigar el impacto, ofreciendo una vía para la reconversión y el ahorro. La reacción de los actores involucrados y la adaptación a estas nuevas medidas serán cruciales en el panorama económico y productivo del país.