Crisis en la industria automotriz: General Motors paraliza planta y suspende personal con salarios reducidos

La profunda caída en la demanda lleva a General Motors a paralizar su planta en Alvear hasta marzo, afectando a todo el personal con salarios reducidos. El sector automotriz enfrenta una situación crítica en medio de la crisis económica.

La crisis económica se cierne con fuerza sobre la industria automotriz, y General Motors no es la excepción. La planta de Alvear de Santa Fe ha detenido su producción hasta marzo, dejando en suspenso a todo el personal con la implementación de salarios reducidos. La dramática medida responde a la disminución en la demanda y la compleja coyuntura económica que afecta al sector.

Según reveló Marcelo Barros, secretario general del Sindicato de Mecánicos y Afines del Automotor (Smata) de Rosario, en un diálogo con LT8, la planta de General Motors en Alvear ha suspendido a su personal hasta el 4 de marzo. Un acuerdo con las automotrices garantiza que los empleados reciban entre el 76 y el 78% de sus salarios durante este periodo de paralización.

Barros expresó su preocupación ante la falta de transparencia por parte de la empresa, describiendo una «situación de alarma» e incertidumbre entre los trabajadores. La cesación de la producción del Chevrolet Cruze en diciembre ya había generado 130 retiros voluntarios, y la situación empeora con la paralización de la planta en Alvear.

En medio de la brutal caída del poder adquisitivo, el sector automotriz registra un descenso significativo. Adefa informó que la producción de vehículos en enero disminuyó un 38,8% respecto a diciembre y un 16,7% en comparación con enero de 2023.

Barros detalló que la discontinuación de la fabricación del Cruze en Argentina impacta en la producción de la Tracker, que ahora importa piezas desde Brasil. Además, señaló el cierre de secciones, como la de costura, y retiros voluntarios en otras plantas vinculadas al sector automotriz.

En la entrevista con LT8, Barros resaltó la incertidumbre general en el sector y subrayó que están a la espera de las decisiones de General Motors después del 4 de marzo. La situación es crítica, y la disminución de las ventas complica aún más el panorama. La preocupación es palpable en el gremio, incluso si los trabajadores no sufren descuentos en sus haberes, la suspensión y los salarios reducidos generan un ambiente de inquietud ante posibles consecuencias futuras.