Marcha en memoria de Luciano Arruga: 15 años de lucha por justicia y verdad

En el aniversario de la muerte de Luciano Arruga, la marcha "Sin justicia siempre habrá fuego" reafirma la lucha por esclarecer su desaparición y condenar a los responsables, en un doloroso recordatorio de 15 años.

En el triste aniversario de la muerte de Luciano Arruga, un adolescente que estuvo desaparecido durante seis años, familiares y amigos marcharon en la localidad bonaerense de Lomas del Mirador. Bajo la consigna «Sin justicia siempre habrá fuego», la movilización contó con la participación de referentes de organismos de derechos humanos y antirrepresivos.

Luciano Arruga fue visto por última vez el 31 de enero de 2009, cuando salió de su casa en Lomas del Mirador. Su cuerpo fue hallado en 2014, enterrado como NN en un cementerio, tras una intensa búsqueda de su familia. La madre y hermana del joven recorrieron hospitales, morgues y comisarías durante cinco años antes de confirmar su fallecimiento.

La marcha, que se inició en el cruce de avenida General Paz y Mosconi, contó con la emotiva participación de Mónica, la madre de Luciano, quien encabezó la manifestación con una bandera blanca que llevaba la frase «15 años que arda» y un dibujo del rostro de su hijo. La consigna elegida refleja la persistente búsqueda de justicia por parte de la familia.

Vanesa Orieta, hermana de Luciano, expresó su indignación ante la dificultad de obtener respuestas: «No es justo tener que poner tanto cuerpo para saber qué pasó con un joven de 16 años que se negó a robar para la Policía». La familia denunció que Luciano fue atropellado mientras era perseguido por policías de Lomas del Mirador, agravando la tragedia con presunta brutalidad policial.

Matías Bregante, integrante de Espacio para la Memoria Luciano Arruga, señaló la falta de avances significativos en la causa que desde 2017 tramita por «desaparición forzada de persona» en el Juzgado Federal 1 de Morón. Lamentó que la investigación esté en etapa de instrucción y que no incluya el caso del policía Julio Torales, condenado en 2015 a diez años de prisión por torturar a Luciano antes de su desaparición.

La hermana de Luciano enfatizó el agotamiento físico y emocional de la familia en su lucha por la verdad y la justicia. «Por más que esté bien el encuentro, por más que siempre en nuestros corazones la resistencia sea nuestro motor de lucha, no corresponde que tengamos que poner tanto esfuerzo para lograr la condena a todos los responsables», afirmó.

La movilización también tuvo un componente cultural, con una actividad en el Espacio para la Memoria Luciano Arruga, donde se presentaron muestras fotográficas y banners con casos de desaparición forzada en democracia. Sara Hebe cerró el evento con su actuación musical.

A 15 años de la pérdida de Luciano Arruga, la familia sigue reclamando verdad y justicia, mientras la causa enfrenta obstáculos que perpetúan la impunidad. La memoria colectiva se mantiene viva, y la lucha persiste para que la historia de Luciano sirva como testimonio de la necesidad de un sistema judicial más justo y transparente.