Sorpresivo vuelco en el caso Lucía de Glew: no hubo secuestro ni violación y el agresor era el padre
El caso que Lucía Belén Paz, la joven de 20 años que según el relato de su madre había sido secuestrada cuando volvía del trabajo en Glew, dio un inesperado giro esta noche cuando el novio de Lucía, un hombre de 43 años llamado Pablo Ojeda, declaró que en realidad ella se escapó atormentada por los golpes que le aplicaba su padre y, tras pasar una noche juntos, la chica se trasladó hasta Constitución para simular un secuestro siempre por el temor a las represalias paternas.
La investigación de la Policía de la Provincia de Buenos Aires determinó que el agresor finalmente resultó ser el padre de la joven, que actuó movilizada por el temor que le generaban las permanentes golpizas que recibía.
El inesperado desenlace desarticuló sorpresivamente todas las teorías y los mitos que se habían instalado en Glew en relación a la existencia de una supuesta camioneta blanca o un auto negro que secuestraban chicas. Todo FALSO. En realidad Lucía se escapó de su casa con el novio, pasó la noche junto a este y luego viajó a la Ciudad de Buenos Aires para evitar el castigo al que la iba a someter su padre si se enteraba que se había escapado.
El novio declaró en sede policial y de inmediato el caso comenzó a esclarecerse. Finalmente no hubo secuestro ni violación: Lucía se figó con el novio y luego inventó la historia del abuso en manada para zafar de los golpes que le aplica frecuentemente su papá.
Pablo Ojeda indicó que el lunes 24 a las 16,50 horas Lucía llegó a su domicilio con lesiones en el rostro y brazos refiriéndole que el sábado 22 su progenitor José Martín Paz en estado alcoholizado junto a otro masculino la quisieron obligar a bailar y al negarse Lucía su progenitor la agredió físicamente.
Todo comenzó a salir a la luz cuando esta tarde la mamá de Lucia, Patricia Ayala de Paz, le dio una nota al canal Telefe denunciando la supuesta violación. Fue la primera vez que lo hizo, ya que hasta ese momento ni la Policía ni la Justicia habían recibido denuncia alguna de ese supuesto ilícito, por lo que sólo se habían abocado a determinar el paradero de Lucía.
Ayudó mucho al esclarecimiento que las cámaras del municipio de Alte b¿Brown en la calle Cané esquina Arias no mostraban a ninguna persona bajando el día y la fecha indicadas del colectivo de la línea 506 interno 109 como había señalado la madre sobre el principal movimiento detectable de Lucía.
Poco después se presentó Pablo Ojeda en la Policía asegurando ser el novio de la joven. De su declaración testimonial se desprendió que toda la historia fue un invento de la chica para evitar nuevos castigos físicos de su padre.
Toda una comunidad se movilizó en vano por un hecho que en realidad nunca ocurrió. Incluso anteanoche las cámaras del canal Crónica mostraron un video aportado por los vecinos movilizados donde se veía un auto en actitud sospechosa hacia una choca en una calle. Poco después se supo que las imágenes eran de Montevideo, Uruguay, y no de Glew (ver imagen).
En conclusión: los padres no realizaron la denuncia policial ni permitieron que los médicos legislas y psicólogos de atención a la víctima examinen a Lucía porque en realidad el móvil del caso no es un secuestro ni una violación, sino los golpes del padre hacia la joven.
En el entorno de la familia se especulaba con que la madre de Lucía había realizado las declaraciones televisivas para encubrir al padre, su esposo; o directamente porque también le tema como su hija.