Piden perpetua para «la bestia», el acusado de matar a martillazos a una jubilada

Diego Herrera (39) es juzgado por «robo simple en concurso real con homicidio criminis causa», delito que prevé prisión perpetua, en perjuicio de Lucinda Palavecino (78). Herrera también enfrenta otras dos causas: tentativa de homicidio en ocasión de robo y un abuso sexual sin acceso carnal de una adolescente de 15 años.

Un hombre será juzgado desde este lunes acusado por el crimen de una jubilada de 78 años, asesinada a martillazos en el rostro y la cabeza por un delincuente que ingresó a robar a su casa de la localidad bonaerense de Libertad, partido de Merlo, en junio de 2020, y la familia de la víctima calificó al imputado como una «bestia» y reclamó que reciba «la pena máxima», informaron hoy fuentes judiciales.

La audiencia comienza a las 9 en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Morón, ubicado en la sede de Colón 151, que juzga a Diego Hernán Herrera (39) por «robo simple en concurso real con homicidio criminis causa», delito que prevé prisión perpetua, en perjuicio de Lucinda Palavecino (78).

«Pido justicia, que le den la máxima pena posible porque esta persona hasta el año pasado pedía la excarcelación y por suerte se la negaron. Esta persona no puede seguir entre nosotros porque es una bestia», dijo a télam Alejandra Álvarez, nieta de la víctima.

En el mismo debate oral que tendrá audiencias el lunes, martes y miércoles con el fiscal Adrián Ferreyra en la acusación, Herrera será juzgado por otras dos causas: la tentativa de homicidio de una mujer, a la que golpeó y le clavó un cuchillo para robarle dinero y una moto, y un abuso sexual sin acceso carnal de una adolescente de 15 años, todos cometidos en viviendas de la localidad de Libertad.

«Siempre acechaba igual, pateaba puertas y entraba por la fuerza, en Hurlingham hacía lo mismo pero zafaba porque nunca lo agarraban hasta que mató a mi abuela», añadió Alejandra.

Por el asesinato de Lucinda declararán algunos testigos ante los jueces Rodolfo Castañas, Carlos Torti y Humberto González, entre ellos el vecino que vio a Herrera adentro de la casa de la víctima al momento del hecho y un matrimonio que observó cuando salió del lugar.

«Esta persona siempre escapaba pero en este caso los vecinos actuaron y lo agarraron a una cuadra de la casa de mi abuela», explicó la nieta.télam