Aprobaron en Argentina una nueva vacuna para prevenir el herpes zóster

 

La infección viral causada por el herpes zóster, conocida popularmente como “culebrilla”, genera una erupción dolorosa en la piel, que puede durar hasta cuatro semanas. Pero en algunos casos se complica y ocasiona un dolor neuropático de larga duración que se prolonga desde al menos tres meses hasta varios años. De allí la importancia de la aprobación en el país de una nueva vacuna para prevenir la enfermedad.

La formulación del laboratorio GSK ya había sido aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de EEUU y ahora obtuvo el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su uso en el país.

Con una eficacia superior al 90% desde el momento de la vacunación y hasta al menos diez años después, la vacuna se administra en dos dosis, con un intervalo de dos a seis meses entre cada aplicación y es la primera vacuna contra el herpes zóster aprobada que combina un antígeno inactivado, con un adyuvante específicamente diseñado para desencadenar una respuesta inmune dirigida, fuerte y sostenida.

Como ocurre con otras enfermedades inmunoprevenibles, aunque algunas personas contraerán herpes zóster a pesar de la vacunación, el poder de la vacuna radica en reducir la gravedad y duración del proceso viral.

Inicialmente la formulación estará disponible en la Argentina para adultos mayores de 50 años y personas mayores de 18 años con riesgo incrementado de padecer herpes zóster, como por ejemplo aquellos que se encuentran inmunocomprometidos.

Las personas inmunodeprimidas presentan un mayor riesgo de contraer la enfermedad así como las complicaciones asociadas, siendo esta la única vacuna contra el herpes zóster aprobada para esta población de riesgo.

Se calcula que una de cada tres personas desarrollará herpes zóster a lo largo de su vida, y que el riesgo de padecer la enfermedad aumenta de los 40 a los 50 años y se incrementa cada vez más cada año. Así, a la edad de 85 años, el riesgo de desarrollar la erupción aumenta a una de cada dos personas. Asimismo, la incidencia del herpes zóster en poblaciones inmunocomprometidas crece exponencialmente.

Desde su primera aprobación en los Estados Unidos y Canadá, en 2017, para la prevención del herpes zóster en adultos de 50 años o más, la vacuna fue aprobada en más de 40 países. En muchos de ellos, incluidos los EEUU, la Unión Europea y ahora Argentina, también fue avalada para adultos mayores de 18 años con riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad.

La doctora María Seoane es directora médica de GSK Argentina y Uruguay, y durante la presentación de la formulación, que tuvo lugar ayer miércoles en Buenos Aires, sostuvo: “El herpes zóster es una enfermedad que puede provocar un dolor muy intenso. La vacuna se ha diseñado para potenciar la respuesta inmune frente al virus en personas de 50 años o más o en aquellas mayores de 18 años que se encuentren inmunocomprometidas. Nos complace que Argentina tenga ahora acceso a la vacuna para ayudar a reducir las posibilidades de padecer esta dolorosa enfermedad”.