La madre de la nena asesinada en la 1-11-14 dijo que los acusados son del barrio

 

Nayla Naomí Torrilla tenía 4 años. Murió de un disparo en el pecho al quedar en medio de un tiroteo. La Policía de la Ciudad realizó un allanamiento pero el resultado fue negativo.

La madre de la niña de 4 años que murió tras recibir este miércoles un tiro en el pecho luego de una balacera en la que se efectuaron al menos 32 disparos en el Barrio 1.11.14 del Bajo Flores porteño, aseguró que los atacantes «son del barrio», que ya están identificados y que su hija «quedó en el medio de problemas de ellos».

 

En tanto, detectives de la Policía de la Ciudad en las últimas horas realizaron en el barrio un allanamiento en una causa que podría tener conexión con el ataque, pero la diligencia dio resultado negativo, mientras que la Justicia tiene en la mira a una banda delictiva, integrada por jóvenes algunos de ellos familiares entre sí, que se hace llamar «Los Marola», y que mantiene atemorizados a los vecinos de esa zona del barrio.

«Ya están identificados, son del barrio, los están buscando. Son dos chicos, no son bandas. En el medio de problemas de ellos, quedó mi hija. Lo único que sé es que perdí a mi hija«, dijo a la prensa Alcira, la madre de Nayla Naomí Torrilla, la nena de 4 años asesinada de un disparo en el pecho al quedar en medio de una balacera.

Del ataque también resultó herido un joven de 19 años identificado por la Policía como William Hernán Arsamendia Escobar con un disparo en la pierna derecha, con entrada y salida y sin riesgo de vida.

«Perdí a mi hija por un desalmando. Lo único que pido ahora es justicia por Nayla», aseguró su madre antes de ir a retirar el cuerpo de la niña para poder velarlo en la Calle 10 y Charrúa, del barrio 1.11.14, donde funciona un centro comunitario.

La mujer relató que «fueron por unos segundos» que no llegó a agarrar a su hija, quien fue trasladada por un vecino al Hospital Piñeiro, donde según la madre «los médicos hicieron todo lo posible pero no pudieron salvarla».

«Mi hijita murió en mis brazos», afirmó, mientras que pidió «justicia y más seguridad» para los vecinos del Barrio 1.11.14 del Bajo Flores porteño, también conocido como Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli.

«Escuché los disparos y salí a buscar como loca a mis hijos. Acá se juntan a jugar varios chicos. Lamentablemente le tocó a mi hija», sostuvo Alcira, madre de cinco hijos.

Las hipótesis

Por su parte, voceros policiales confirmaron a Télam que la madrugada de este jueves se realizó un procedimiento en una vivienda de la calle Calle 10 entre Charrúa y Bonorino del Barrio.1.11.14, pero en el marco de otra causa que podría tener relación con el ataque donde murió Nayla, donde se buscaba a un sospechoso que podría haber estado herido y armas.

La diligencia, ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 44, a cargo del juez Marcos Fernández, la hizo la División Homicidios de la Policía de la Ciudad pero «dio resultado negativo», reveló una fuente policial.

Los pesquisas apuntan a un problema entre bandas dedicadas a robos, que, en principio, nada tiene que ver con la banda de los peruanos vinculada principalmente al narcotráfico y a la venta de drogas al menudeo.

Una fuente judicial explicó a Télam que una de las bandas apuntadas se hace llamar «Los Marola», un clan familiar que mantiene atemorizados a los vecinos de esa zona de la villa.

«Estos Marola están enfrentados a otras bandas, principalmente una que se hace llamar ‘Los Cabrales’, también integrada por familiares de apellido Cabral, a uno de cuyos integrantes habían asesinado el año pasado», dijo.

Otra línea investigativa apunta a un problema interno ocurrido días atrás entre «Los Marola», vinculado a una usurpación de una vivienda, uno de los delitos más comunes dentro de la villa. «Es común que las bandas usurpen viviendas de vecinos que, luego, son utilizadas como centro de operaciones para cometer delitos, muchas veces vinculados al narcotráfico», dijo un pesquisa, quien aclaró que la disputa se produjo porque uno de los «Marola» quiso ingresar a una casa para usurparla y otros lo impidieron, lo que generó una pelea verbal, a golpes y hasta tiros.