Desarrollan materiales alternativos al plástico

 

Se trata de dos investigaciones nacionales en un tema importante.

Científicas y científicos del Conicet de las universidades de Buenos Aires y de Tucumán investigan materiales destinados a elaborar films y envolturas biodegradables -que en algunos casos tienen el plus de prolongar la vida útil de los alimentos- con el objetivo de reemplazar los residuos plásticos, que permanecen en el ambiente entre 200 y 300 años sin degradarse.

Desde el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, la investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Lucía Famá explicó que allí elaboran films biodegradables en base a almidón de mandioca, de papa y de maíz a través de una máquina extrusora comercial de tamaño medio para su posible escalado industrial. Famá indicó que además de trabajar con almidones, en especial con el de mandioca, hubo pruebas con harina y fécula junto con distintos componentes. «Uno de los últimos trabajos fue el estudio de películas a partir de salvado de avena y salvado de trigo que se pudieron procesar mediante la extrusión y generar films», comentó la doctora en Física.

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También trabajan con mezclas de almidón y otros polímeros como el ácido poliláctico que «es un material biodegradable más resistente que el almidón, por lo que se puede generar un material mucho más elástico y resistente a la fuerza aplicada», agregó. Este año hicieron los primeros ensayos con esta mezcla y obtuvieron buenos resultados. «La idea es incorporar a este material extracto de albahaca, de yerba mate o de té verde, el que sea más beneficioso de acuerdo a las pruebas preliminares, para poder generar un material que sea resistente mecánicamente y además activo», informó Famá. En ese sentido, el objetivo es contar con materiales biodegradables, funcionales, y que tengan una actividad que mejore al producto envuelto.

La investigadora del Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos explicó que el té verde, la yerba y la albahaca cuentan con polifenoles con propiedades antioxidantes. En los ensayos se observó que cuando se agrega el extracto, el film libera la capacidad antioxidante al alimento que esté recubriendo, lo que facilita su conservación. «A estos materiales también les estamos incorporando nanopartículas antimicrobianas. Así, el film funcionaría con dos efectos que se suman a la protección del alimento. Uno, que se oxide más lentamente que con un film convencional y, segundo, retrasar la aparición de microbios», señaló.

Estas películas también pueden formar parte de un envase multicapa como los que se utilizan en la actualidad de plástico. Famá señaló que de esta manera «se contribuiría a disminuir el carácter no biodegradable de estos envases porque tendrían cierto porcentaje de componentes totalmente biodegradables y compostables, ayudando a que queden menos microplásticos en el suelo y en el mar».

Con el material más nuevo que están estudiando en el LP&MC con mezclas de almidón con polímeros como el ácido poliláctico en el futuro podrían reemplazar a los envases de plástico que se suelen utilizar en los negocios de venta de comida como rotiserías. Los materiales en base a almidón tardan un mes en degradarse mientras que tanto el ácido poliláctico como los «distintos polímeros que se están implementando en el estudio para poder reemplazar otra clase de plástico se degradan en alrededor de seis meses», afirmó Famá.