La inversión del primer trimestre del año fue la más alta de la última década

 

La participación de la inversión sobre el Producto Bruto Interno (PBI) resultó en el primer trimestre del año «la más alta desde el tercer trimestre de 2011», destacó un análisis del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).

«Hay un buen contexto como para que el sector fabril sea la punta de lanza y la inversión sea uno de los componentes más dinámicos de la recuperación económica; y se promuevan estos efectos multiplicadores y esta dinámica que implica para la economía toda», indicó a telam Sergio Chouza, economista de la Undav.

Remarcó que «cuando hay más inversión termina habiendo más empleo, más producción y puestos de trabajo mejor remunerados», y destacó que «eso también termina permeando en mayor consumo privado».

De acuerdo al reporte del Observatorio, «en los primeros tres meses del año, la inversión representa el 17,3% del PBI, mientras que en el tercer trimestre del año 2011 se ubicó en 18,1%».

Así, entre enero y marzo, «la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) se expandió un 6,1% con respecto al trimestre anterior, lo que significó el tercero consecutivo de expansión de la inversión».

«La inversión real viene siendo definitivamente el componente más dinámico de la demanda agregada en este contexto de recuperación económica, obviamente paulatina, con marchas y contramarchas, producto de la dinámica sanitaria, pero con resultados que este año sin lugar a dudas van a ser de recuperar el crecimiento», afirmó Chouza.

Precisó que «ese componente, el vinculado a la inversión real, que técnicamente se llama Formación Bruta Fija, es el que más aumentó en el primer trimestre del año: subió 38% interanual».

«Obviamente influye una baja base de comparación y el efecto de la pandemia en una parte del primer trimestre del año pasado, pero es promisorio», aseguró el economista.

Puntualizó que «ajustada por inflación, la inversión vuelve a niveles de 2018», y agregó que «ajustada por actividad, está en niveles de 2011, con un peso sobre el PBI superior al 20%. Volvió a quebrar el 20% de peso sobre la producción nacional».

El informe de la Undav destacó «la recuperación de la inversión no solo por su efecto multiplicador sobre la actividad económica, sino también por su impacto positivo en la capacidad productiva de la economía nacional».

En ese sentido, señaló que «la economía argentina desde el primer trimestre de 2018 perdió capacidades productivas debido a la disminución del stock de capital, puesto que la inversión es una variable procíclica, es decir, su comportamiento es similar al del producto».

«Falta muchísimo, esto es más un primer paso que un lugar de llegada, pero es importante que la inversión vuelva a ser uno de los sectores más dinámicos de la economía», sostuvo Chouza.

Afirmó que actualmente «quedó una economía muy amena y conveniente para invertir, producto de que el costo argentino se licuó enormemente los últimos años», y subrayó que «eso se siente sobre todo en sectores con cierto potencial exportador, incluso hoy favorecidos por buenos precios internacionales de las primeras manufacturas de productos primarios y de los granos».

Al respecto, destacó que están «las actividades vinculadas con la construcción, como las industrias metálicas y de minerales básicos», y añadió también «aquellas favorecidas por algunos regímenes específicos de rebajas impositivas, como la automotriz que tuvo una reducción en los aranceles a las exportaciones para las ventas incrementales al exterior».

«Son todos sectores que hoy tienen condiciones más convenientes como para poder producir y eso se nota en la mejora del ratio de inversión», remarcó el economista.

El relevamiento de la Undav precisó que «en el tercer y cuarto trimestre de 2020 el comportamiento de la inversión en términos desestacionalizados mostró un rebote acelerado y se expandió un 43,9% y 16,9% respectivamente».

«Esto es un lugar de partida, no de llegada, pero hay que seguir en esta dirección», reiteró Chouza, quien subrayó que «para afianzar esta recuperación lo fundamental es la estabilidad, que el tipo de cambio no tenga saltos abruptos como ocurrió en otros periodos, y también una dinámica descendiente, gradual, en materia de precios y de costos de producción».

Al respecto, señaló que «muchas veces no hay un puente directo entre los precios al consumidor y los aumentos de los insumos», por lo cual consideró que «una desaceleración en la nominalidad de la economía va a ser muy bueno para sostener esta recuperación».

Además, puso de relieve «la disponibilidad de dólares para la importación de insumos», porque remarcó que «las inversiones en sectores productivos en general, todas tienen algún componente importado, como bienes intermedios, piezas, partes, maquinaria o combustibles en algunos casos».

Por eso sostuvo que «es fundamental que haya disponibilidad de dólares, como para poder importar esos insumos», y afirmó que «por ende, la dinámica de acumulación de reservas que se experimentó en el último año también es importante».