«El personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible», sentenciaron. Específicamente, la misión analizó que el superávit primario que se necesitaría para reducir el endeudamiento a niveles «consistentes con un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible».

En consecuencia, el organismo planteó que se requiere de «una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad».

La misión se quedó cinco días adicionales a lo previsto, lo que les dio tiempo para juntarse con Guzmán y el representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos, con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, el de Trabajo, Claudio Moroni, y el de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.

Además, tuvo reuniones con funcionarios del Indec. Es que, como objetivo secundario, la misión relevó los indicadores macro y las proyecciones para completar las «estimaciones económicas mundiales», el balance semestral que el organismo compilará para abril.

Kozack fue la enviada para la misión, en lugar de su jefe, Alejandro Werner, quien había cumplido un papel importante en el histórico crédito. El venezolano Cubeddu conoció a Alberto Fernández, pero como jefe de Gabinete, cuando trabajó para el Fondo en Argentina entre 2002 y 2004. Este factor tuvo un peso sustancial cuando Georgieva lo nombró a cargo de la misión argentina.

Ahora, el ministro de Economía viajará a la cumbre del G20 en Arabia Saudita. Entre el 21 y 22 de febrero dialogará con Georgieva la parte política de la negociación. También tendrá la posibilidad de reunirse con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin.