Caminos que nos convierten en iguales

Puentes de asfalto que se tienden en el distrito y que conectan integralmente a cada una de las localidades de Almirante Brown, incluyéndonos, tendiéndonos la mano al vecino, a la instituciones, ayudándonos a trasladarnos a cada uno de los rincones y borrando las diferencias que nos separan a unos de otros.

Eso es el asfalto: es un corredor seguro, donde podemos caminar, correr, andar, pero fundamentalmente que nivela, no solamente a cada uno de los vecinos, sino también que comienza a configurar demográficamente una región que quiere ser cabecera urbana en el Conurbano Bonaerense, que quiere mostrarse, como centro cultural: como lo hizo este fin de semana pasado, en la Feria de Libro y como centro político comercial en que cada uno de los rincones puedan establecer sus opciones con todos los beneficios que ello implica.

Porque el asfalto abre posibilidades, garantiza la asistencia a las escuelas de los más chicos, a los centros de salud públicos y privados de toda la comunidad, pero también posibilita el acceso a las pymes y a los comercios.

Reactivar la economía no solo tiene que ver con la posibilidad de crear nuevos emprendimientos donde los vecinos puedan volcar sus ideas, sino también otorgarles las posibilidades de que todos y cada uno de los Brownianos y los integrantes de la comunidad tengan acceso a ellos y de que, ante la caída de las lluvias por ejemplo, los accesos no se vean entorpecidos y privados.

Todo es parte de un proceso: un proceso integral, donde la seguridad, donde el libre acceso, y el libre tránsito, donde la emergencia es atendida por un Estado presente, y donde el urbanismo, completa el proceso de una demografía que crece todos los días y que reclama que los servicios del Estado crezcan exponencialmente así como crece la decisión de los vecinos de ser parte del municipio.

Tender un puente entre localidades alejadas, es borrar las diferencias que nos separan, que entendernos como iguales, lo que tanto estábamos pidiendo y fundamentalmente es tender un trazo en un modelo de distrito, de provincia y de país, que no es una idea ideológica sino una realidad que se dibuja en la sonrisa de cada vecino que puede acceder a otra realidad.